Google Maps ha situado a Carles Puigdemont en Santa Coloma de Gramenet... en el año 2020. El president se exilió en el año 2017 y, desde entonces, el único territorio catalán que puede visitar es la Catalunya Nord. Queda claro que no puede visitar el Barcelonès y es por esto que Puigdemont se ha mostrado sorprendido en las redes sociales: "Explico un detalle técnico por si alguien puede ayudar a aclararlo. Los diferentes expertos que he consultado no me saben dar ninguna razón". Como nadie le ha dado ninguna razón, el eurodiputado de Junts se ha aventurado a preguntarse con ironía si "¿la confusión es cosa del satélite GPS o del señor Pegasus, que se despistó?". Recordemos que Pegasus es el software israelí de espionaje que se utilizó en el CatalanGate, el escándalo que afectó a un mínimo de 65 independentistas catalanes.
La cosa es que Puigdemont relató este sábado la última cosa extraña que le ha pasado. Si bien queda lejos de ser un guion de Black Mirror, la historia no deja de ser interesante: la cronología de Google Maps dice que el pasado 29 de febrero del 2020 fue a Santa Coloma de Gramenet (Barcelonès). Cosa extraña por varios motivos: primero, porque esta función tenía que estar desactivada; segundo, porque no puede atravesar la frontera; y tercero, porque participaba en el acto de Perpinyà (Catalunya Nord).
Todo se complica todavía más cuando Puigdemont se fija en los detalles de este supuesto viaje. Según el servicio de Google, estuvo cuatro horas en Santa Coloma de Gramenet. Si obviamos que es imposible que haya hecho este viaje por mor de la persecución política, que el president se haya sido cuatro horas a esta ciudad del Barcelonès es una cosa factible. Lo más sorprendente es que fue un "viaje relámpago" de tan solo... ¡nueve minutos! La aplicación asegura que el eurodiputado estaba en Perpinyà a las 10.45 horas, pero a las 10.54 horas ya estaba en Santa Coloma de Gramenet. El trayecto se hizo, supuestamente, en coche. ¿Os imagináis atravesar medio país en diez minutos? Bien, el último detalle que falta no es tan sorprendente: el destino fue Can Zam. Sin embargo, Puigdemont prefería ir a Torreribera: "La alcaldesa Núria Parlon sabe que me maravilla".
Sea como sea, Puigdemont señala que es "evidente" que las cuatro horas que supuestamente pasó en Santa Coloma de Gramenet las pasó en Perpinyà. "Donde celebramos el primer gran acto en tierra catalana desde que fuimos al exilio", recuerda. Si no fuera por esta coartada, algunos quizás habrían pensado que el president hizo lo que plantearía más tarde Valtònyc: una broma a la Guardia Civil, con prueba fotográfica.