La Generalitat prevé abrir en las próximas semanas dos fosas, una en Salomó (Alt Camp) y la otra a Móra d'Ebre (Ribera de Ebro), donde prevé encontrar en torno a 50 republicanos, una iniciativa que se engloba en el plan de Fosas del Gobierno para recuperar la memoria histórica y reparar a las víctimas de la Guerra Civil.

Al detalle, se prevé iniciar la excavación en la fosa de Salomó, ubicada en el cementerio municipal, el próximo 21 de octubre donde se prevé localizar el cuerpo de una veintena de soldados. "Los arqueólogos prevén encontrar los restos de soldados republicanos muertos durante la ocupación franquista de Salomón, en enero de 1939. Los mismos vecinos recogieron con un carro los cadáveres que habían quedado extendidos en el suelo y los enterraron en una fosa en el cementerio", ha precisado el departamento de Justicia en un comunicado.

En el caso de la de Mora de Ebre, donde se iniciarán las tareas una vez se haya finalizado las de Salomó, se encuentra en las afueras del pueblo donde el ejército republicano ubicó un hospital de guerra para atender a los heridos de la Batalla del Ebre. El Gobierno estima que podría haber en torno a una treintena de republicanos.

Pere Aragonès y Capella durante la visita en el laboratorio antropológico de la Universidad Autónoma de Barcelona / departamento de Justicia

Rescatar la memoria

"Rescatar a las víctimas del olvido es un requisito previo e indispensable por la consecución de la justicia (...) Sin memoria no existe la justicia", ha señalado el vicepresidente del Govern, Pere Aragonès, que este viernes ha visitado con la consellera de Justicia, Ester Capella, el laboratorio antropológico de la facultad de Biociencias de la UAB donde también han hecho un balance sobre el plan de fosas.

Con las fosas de Salomó y Mora d'Ebre, la Generalitat ya habrá abierto 34 fosas gracias al pla de fosas, el programa que desde 2017 planifica y prioriza la apertura de fosas y los trabajos para identificar a las víctimas. En estos tres años, la inversión para ejecutar estas tareas ha sido de 2 millones de euros.

El estudio antropológico y la extracción del ADN de los restos se hace en los laboratorios de la Universidad Autónoma de Barcelona. Hasta ahora, el Programa de identificación dispone de 200 perfiles genéticos de personas recuperadas en fosas. Cada extracción de ADN de un individuo de una fosa tiene un coste aproximado de unos 1.000 euros.