El Govern ha aprobado finalmente los nombres que ha propuesto ERC para representar la parte catalana en la mesa de diálogo con el Estado que se tiene que reunir mañana. Los representantes de Junts quedan pendientes, después de que esta formación se ha negado a cambiar la propuesta en que incorporaba a miembros de su dirección que no forman parte del ejecutivo, como son el vicepresidente, Jordi Turull, y el secretario general, Jordi Sànchez, ambos ex presos políticos, así como la portavoz en el Congreso, Míriam Nogueras. La decisión se ha votado en el Govern y Junts se ha abstenido. En el acuerdo se señala que Junts complementará el texto.
Esta ha sido la decisión de una mañana de tensión en el Palau de la Generalitat después de que el president, Pere Aragonès, ha rechazado la propuesta de nombres que ha hecho pública a primera hora Junts y donde sólo figura un miembro del Govern, Jordi Puigneró.
Sànchez le ha comunicado a Aragonès a primera hora la propuesta y el president se ha reunido con Puigneró antes de la reunión del Consell Executiu para transmitirle su malestar.
El president ha reprochado que el acuerdo de Govern deja claro que los representantes de la mesa tienen que ser miembros del ejecutivo, mientras que Junts lo niega y ha recordado el texto del pacto, donde no se especifica esta condición.
Comparecencia de Aragonès
La tensión en torno a este tema, ante el cual Aragonès ha hecho evidente su profunda irritación, ha provocado una suspensión de la reunión del Consell Executiu para que los consellers de uno y otro partido del Govern valoraran la situación.
Finalmente, se ha reanudado la reunión y Junts ha comunicado la decisión de no aceptar el veto de Aragonès. No obstante, este partido ha dejado claro que no impediría la constitución de la mesa de diálogo.
El Govern ha desconvocado la rueda de prensa prevista para las 12.30 del mediodía y el president ha anunciado una comparecencia una hora más tarde en el Palau de la Generalitat
En la imagen principal, una reunión del Consell Executiu / Efe