Desde que el Gobierno puso sobre la mesa la posibilidad de que llegaran barcos cargados con agua desde el puerto de Sagunt, en Valencia, hasta Barcelona -una imagen que recuerda a la de la sequía del 2008-, han surgido varias cuestiones sobre la logística de estas operaciones, con especial interés por el coste que eso supondría. Con todo, el Govern ha enfriado hoy esta llegada de agua en barcos, asegurando que si bien está contemplada en los planes contra la sequía, no es seguro que esta imagen acabe siendo una realidad. "Hoy no es una certeza que esta imagen sea una realidad", ha resuelto Patrícia Plaja, que también ha advertido que si bien los barcos cargados de agua son una solución, ni esta ni otras medidas "nos salvarán de la sequía". "Solo lo hará la lluvia y ni siquiera ella, ya que esta no será suficiente para afrontar la situación", ha lamentado, poniendo el foco sobre las infraestructuras de agua regenerada y desalinizadoras como solución por las sequías que vendrán en el futuro.
Preguntada por el coste que tendrá la operación de la llegada de agua, en caso de que esta se acabe produciendo, Plaja ha rechazado poner cifras después de que ayer el conseller David Mascort se reuniera con la ministra Teresa Ribera. En este encuentro se llegó a un pacto para que las dos administraciones se dividieran el coste del transporte, pero el precio total que supondrá todavía es una incógnita. Una semana después de que buena parte del país entrara en emergencia por sequía, la portavoz ha asegurado que el Ejecutivo trabaja contemplando todos los escenarios, desde los más positivos (lluvias abundantes y generales que permitan revertir esta situación) en los más complicados, con una falta total de agua que haga disminuir todavía más las reservas de los pantanos. La portavoz también ha enfriado la idea de hacer un gran pacto nacional del agua a nivel estatal, tal como propone el gobierno de Andalucía, al considerar que esta no es la manera más eficiente para luchar contra la emergencia de la sequía, pidiendo, a su vez, que no se haga de la gestión del agua una guerra política. Por ello, ha reclamado solidaridad entre las autonomías con más agua y las que sufren sequías.
Empatía con los trabajadores del campo
La rueda de prensa de Patrícia Plaja ha coincidido con las protestas del sector de la pagesia todo el territorio, unas reivindicaciones de que según la portavoz del Ejecutivo son legítimas, motivo por el cual ha mostrado su comprensión y empatía. Los campesinos, que son quien más ha sufrido las restricciones para la sequía -por delante de otros sectores como el industrial- han cortado carreteras y Plaja ha defendido tanto su derecho a la manifestación como el de la movilidad del resto de ciudadanos. Además, también ha advertido que si bien el Govern hará lo que esté a su alcance para revertir la situación de la pagesia en Catalunya (sector que es muy crítico con las políticas del Ejecutivo con el conseller Mascort como protagonista de buena parte de las quejas) muchas de sus demandas se escapan de las competencias del Govern de la Generalitat y es el gobierno del Estado quien las tiene que resolver.