Aprobado. El Parlament ha dado su visto bueno a un decreto ley del Govern fundamental porque concede un suplemento de crédito de 376 millones de euros a los actuales presupuestos de la Generalitat destinados íntegramente a la Conselleria de Salud. La intención es hacer frente a las necesidades del departamento, muchas de ellas que vienen arrastradas de la pandemia. Así lo ha explicado la misma consellera de Economía y Hacienda, Natàlia Mas, que ha defendido el decreto durante el pleno del Parlament. "Es una medida urgente para hacer frente a las urgencias del sistema sanitario", ha advertido, señalando también el "infrafinanciamiento crónico" que ha sufrido el departamento y lamentando el fondo covid estatal que no ha llegado.
Pero su validación ha sido protagonista por su vertiente política, más que sanitaria. Y es que este ha sido el primer decreto ley que ha conseguido aprobar el nuevo Govern desde la salida de Junts ya hace más de dos meses. La iniciativa del ejecutivo ha estado plagada por una cierta polémica durante las últimas semanas que ha generado reproches entre el ejecutivo y los grupos de la oposición: mientras que el decreto ley fue aprobado por el Consejo Ejecutivo del Govern el pasado 25 de octubre, ha tardado siete semanas en superar el escollo del Parlament.
La realidad es que los partidos han aprovechado esta medida para evidenciar la soledad en que se encuentra el Govern monocolor de ERC. Los republicanos ya intentaron hace un mes llevar el decreto a votación en el Parlament, pero se vieron obligados a dejarlo en el cajón y no incorporarlo por miedo a quedarse solos. Después de ausentarse del orden del día del último pleno (del 22 al 24 de noviembre), finalmente los partidos de la oposición permitieron llevarlo al pleno de esta semana. Así se ha hecho, y en un contexto absolutamente in extremis: un decreto ley entra en vigor cuando se publica en el DOGC y entonces tiene un plazo de 30 días hábiles para que el Parlamento lo valide. Esta fecha límite era precisamente hoy, 13 de diciembre, de manera que ha tensado al máximo el calendario.
El voto de responsabilidad da una victoria por goleada
El temor del Govern de perder la votación de hoy se ha evidenciado cuando Natàlia Mas ha compartido su "confianza" en recibir la luz verde de la cámara. "Me gustará escuchar el posicionamiento de los grupos y tengo predisposición de atender las demandas y críticas constructivas", ha añadido, a la espera de una oleada de reproches por parte de la oposición a que ha acabado llegando, eso sí, descafeinadas.
Desde el PSC, la diputada Assumpta Escarp ha criticado la actitud del Govern cuando quiso llevar el decreto al Parlament, marcada por el "poco diálogo" y los pocos esfuerzos al buscar apoyos. En una línea similar, el diputado de los comuns David Cid también se ha lanzado contra la manera de gobernar que tiene ERC, a través de los decretos y "sin negociar". Por parte de Junts, la representante Asunción Laïlla ha tachado la medida de "parche justo y necesario, pero insuficiente", y Laia Estrada, de la CUP, ha ido más allá, advirtiendo que los gastos del Govern "no dan respuesta a la situación límite de la sanidad". Eso sí, a pesar de todas las críticas, el voto de responsabilidad de la oposición ha significado la aprobación definitiva y por goleada: 104 a favor de ERC, Junts, PSC, comuns y CS, frente a los 17 en contra de la CUP y Vox y las dos abstenciones del PP.