Horas después de que trascendiera el nombramiento de Josep Borrell como máximo responsable de la diplomacia europea, el Govern de la Generalitat ha hecho la primera valoración, durante la rueda de prensa posterior a su reunión semanal, que hoy excepcionalmente se ha celebrado en Manresa.
A pesar de que en un primer momento la portavoz y consellera de la Presidència, Meritxell Budó, ha querido pasar por encima, finalmente se ha acabado despachando a gusto cuando se le ha vuelto a preguntar por qué opinión despertaba en el seno del Govern el nuevo cargo de Borrell. "Es un ministro que no ha parado de encender fuegos allí donde pasaba". A pesar de eso, ha querido encontrar la lectura positiva: "Nos lo tomaremos como que este conflicto que él ha ido alimentando ha dejado de ser sólo un asunto interno, el conflicto catalán entra en el marco de debate del ámbito europeo".
Todavía en relación a Europa, Budó ha lamentado que la justicia internacional optara por no aplicar las medidas cautelares que pedían Puigdemont y Comín para poder ejercer como eurodiputados mientras no se resolvía su caso. En este sentido, ha agradecido a los millares de manifestantes que se desplazasen hasta Estrasburgo para volver a movilizarse, y ha recordado: "La unidad que se nos pide desde la ciudadanía, el president la está trabajando con los contactos con las diferentes formaciones soberanistas para encontrar una unidad de acción".
Diálogo sin líneas rojas
A las puertas de la sesión de investidura de Pedro Sánchez, el próximo 22 de julio en el Congreso, desde el Govern siguen insistiendo en la voluntad de diálogo y de volver a sentarse en la mesa de negociación tan pronto como sea posible y afirman: "No ponemos ninguna línea roja".
Precisamente este miércoles se ha hecho público un acuerdo entre el Estado español y la Generalitat. Tras muchas semanas de conversaciones, la Moncloa ha accedido a no impugnar el retorno de los pagos pendientes a los trabajadores públicos catalanes, una opción que había valorado e incluso anunciado. De esta manera, los funcionarios de la Generalitat cobrarán finalmente el 30% de lo que tenían pendiente de 2013 durante el segundo semestre de este año.
Presupuestos 2020
El ejecutivo Torra-Aragonès ha asumido definitivamente que no tiene sentido volver a sacar del cajón los presupuestos de este 2019, que decidió retirar porque no tenía apoyos suficientes para aprobarlos. Entonces se anunció que se valoraría qué hacer después del ciclo electoral. La decisión tomada es seguir con la prórroga presupuestaria hasta que acabe el año y ponerse a trabajar con las cuentas de 2020.
La de este miércoles en Manresa es la tercera reunión que el Govern celebra fuera del Palau de la Generalitat. La primera vez fue para conmemorar el primer aniversario del 1-O, en Sant Julià de Ramis; la segunda en el Aran el pasado mes de marzo. Esta vez se ha escogido hacerlo en Manresa, donde el año 1892 se aprobaron las Bases de Manresa, "una de las primeras formulaciones del catalanismo político" y la prueba, según el Govern, de que "Catalunya es un ente político y nacional anterior a la Constitución española". Justamente esta semana se cumplen 25 años del comienzo del gran incendio forestal que devastó 40.000 hectáreas en la Catalunya central. El objetivo de celebrar su reunión semanal en varios puntos de Catalunya es, según palabras de su portavoz, acercar el Govern al territorio.