El president, Quim Torra, se reunió ayer por la tarde en un encuentro informal con los miembros de su gobierno para abordar la intervención de esta mañana en el Parlament y no les comunicó su intención de anunciar la apuesta de una votación para validar la independencia esta legislatura.
Tampoco les dijo nada en la reunión de Govern del martes. Ni habló de ello fuera del Govern, ni en las reuniones que celebra con los consellers de su grupo. Sólo su círculo más próximo conocía la propuesta que hoy plantearía en el hemiciclo.
Referéndum o plebiscitarias
Al acabar el pleno, desde el equipo de Torra, se argumentaba en los pasillos de la cámara que los grupos y los consellers ya conocen su opinión, que el president siempre ha defendido que antes de que acabe la legislatura se tendrá que convocar una nueva votación, que puede ser un referéndum acordado, o no acordado, o unas elecciones plebiscitarias; que el president se decantaría por la tercera y que su voluntad es que eso surja de un acuerdo entre todas las partes. Pero Torra ha dejado claro hoy que está dispuesto a avanzar por su cuenta.
Su intervención ante el pleno ha provocado sorpresa, tanto entre los grupos independentistas y de la oposición, como entre sus consellers.
El malestar de ERC lo ha demostrado directamente el portavoz republicano, Sergi Sabrià, desde la tribuna del Parlament, donde ha reconocido que no habían informado y que no es el momento de poner fechas. El vicepresident, Pere Aragonès, ha expresado la irritación por este hecho al president en una reunión que han mantenido en su despacho en el Parlament, a la cual también ha asistido la consellera de Presidència, Meritxell Budó. Previamente, Aragonès se ha reunido con el presidente de la cámara, el republicano Roger Torrent.
Pero el hecho de no haber sido previamente advertidos tampoco ha gustado entre consellers y diputados de JxCat.
Al acabar el pleno estaba prevista la reunión del grupo parlamentario de JxCat y una parte de los diputados ha aprovechado para expresar la contrariedad ante el anuncio del president. Se han quejado tanto de no haber tenido la oportunidad de conocer y consensuar la propuesta, como por el contenido mismo del planteamiento que ha expuesto.
A pesar de que los diputados más afines al president han insistido que éste ya había explicado repetidamente las mismas tesis y han intentado quitar hierro a la polémica, no han conseguido acabar con el malestar. Desde JxCat se ha informado que Torra abordará el tema con el president en el exilio, Carles Puigdemont, en Waterloo.
El hecho es que este jueves, tanto dentro del Govern como en los pasillos del Parlament, no han faltado las voces que consideran que el gesto de Torra no ha conseguido más que demostrar que "está solo".