El debate por el plan piloto de la renta básica universal no muere. El PSC ha colado un gol al Govern durante la validación de los presupuestos este viernes cuando ha cumplido su amenaza de hacer caer la RBU de las cuentas. Una amenaza que se había alargado una semana, desde que los socialistas habían conseguido reunir el apoyo de Junts, así como de la derecha españolista de Vox, Cs y el PP, para aprobar una enmienda en que se eliminaba la referencia al plano piloto que aparecía a la ley de acompañamiento de los presupuestos. En este texto, se explicaba que el plano piloto empezaría a ejecutarse en 2023 con un marco de cobertura jurídica para blindarlo.
Pero finalmente no ha sido así. Como ya había avisado Salvador Illa, el PSC no ha recibido bien la estrategia de ERC de mantener esta referencia porque aseguraba que durante la negociación de presupuestos entre las dos partes se optó por dejar al plano piloto de la RBU fuera del acuerdo final. El PSC ya ha reiterado en varias ocasiones que no creen viable destinar 40 millones de euros a la iniciativa este año. "Somos gente de palabra y cumplimos punto por punto nuestros acuerdos", dijo el líder socialista esta semana. "Y en el acuerdo de presupuestos, que mantendremos y cumpliremos, no se hablaba de la RBU".
Este viernes, antes de votar la ley de acompañamiento, fuentes de Junts también han querido incidir en el debate, explicando que mantendrían la misma dirección de voto de lo que hace una semana porque, si bien no están en contra del plano piloto, sí que se oponen a la "manera de hacer" del ejecutivo de ERC. "El Govern no puede aprovechar la ley de acompañamiento para colar un tema que merece un debate muy amplio", ha explicado el grupo juntaire, describiendo su voto como un "toque de atención". El partido asegura estar "a favor" de la oficina de la RBU, pero advierte que hacen falta "mayorías amplias", y remarca que los 40 millones que prevé el plano piloto podrían ir a la renta garantizada de ciudadanía.
El Govern no se da por vencido
Pero a pesar de recibir desde las filas del PSC y de Junts, el Govern no se da por vencido. Una vez se ha certificado que el plano piloto se caía de la ley de acompañamiento de los presupuestos, la consellera Laura Vilagrà ha comparecido ante los medios de comunicación para certificar que el ejecutivo no retrocederá en sus planes. "Lo sacaremos adelante", ha prometido. "El plan piloto continúa". Vilagrà ha admitido que tendrán que buscar a los aliados necesarios para sacarlo adelante, descartados los socialistas y los juntaires después de su alianza "sociovergente" en el Parlament. Pero en todo caso el Govern reunirá el consejo asesor de la RBU para analizar qué instrumentos tiene a disposición para hacer salir adelante el proyecto, después de haberlo trabajado a lo largo de un año y medio. En todo caso, lo cierto es que la oficina responsable dispone de su presupuesto, y una vez aprobadas las cuentas el ejecutivo podría mover partidas para el plano piloto sin que este movimiento tuviera que ser validado por los partidos a la cámara catalana.