La consellera de Acción Exterior, Meritxell Serret, ha admitido este lunes que no se podían fiar todas las cartas" en el Gobierno para que consiguiera que el catalán fuera oficial en Europa durante su turno de presidencia rotatoria del Consejo de la Unión Europea. Serret lo ha dicho horas después de que se haya sabido que el ejecutivo estatal ha descartado llevar a votación el tema al Consejo de Asuntos Generales en Bruselas de mañana. Con todo, Serret ha advertido que el Govern mantendrá "la exigencia" con el ejecutivo estatal para que la cuestión no decaiga de la agenda europea y más allá de eso ha reiterado, como ya lo hacía por la mañana, que la Generalitat mantiene conversas con la próxima presidencia rotatoria, que recaerá en Bélgica, para conseguir el objetivo.
"Mantenemos el optimismo, no ha acabado nada. Continuaremos con la máxima exigencia para que el catalán sea lengua oficial en la Unión Europea más bien que tarde," ha asegurado Serret. "Acaba la presidencia española pero no se agota el compromiso del ejecutivo estatal para hacer todo el que esté en sus manos para conseguir a la unanimidad de la oficialidad del catalán en la UE", ha añadido, refiriéndose al hecho que la decisión para adoptar una nueva lengua en el club de los 27 tiene que ser adoptada de forma unánime por todos sus miembros.
Serret ha admitido que Europa "tiene sus tempos" y ha recordado que quedan informes pendientes de canto económico y jurídico. Por eso ha opinado que ahora aquello importante es "mantener vivo el tema en la agenda europea y mantener la exigencia al Gobierno para que la cuestión no decaiga". A preguntas de los periodistas Serret también se ha referido al informe que ha trascendido estos días que cifra en 132 millones de euros el coste de la oficialidad del catalán en Europa. Después de recordar que España se ha ofrecido a asumir la cifra, la consellera ha subrayado que se trata de un informe "preliminar" y "bastante genérico" a partir de la experiencia del irlandés. Serret ha subrayado que hará falta "trabajar y afinar" el posible impacto económico de la medida.
Aproximaciones con Bélgica
A finales de noviembre, la consellera Serret ya admitió que el Govern ya ha protagonizado "aproximaciones" con Bélgica para que facilite la garantía del catalán en la Unión Europea una vez tome el relevo de España al frente de la presidencia del Consejo de la UE. Teniendo en cuenta que este 12 de diciembre será la última oportunidad para debatir la cuestión del catalán con España ostentando el cargo, el ejecutivo decidió empezar a contactar con quien tomará el relevo, Bélgica, con el fin de facilitar la oficialidad del catalán en la UE. La consellera de Acción Exterior aseguró que el Govern sigue teniendo interlocución con todos los estados de la UE y ha asegurado que lo hacen "con la máxima ambición y exigencia".