El Govern ya no reflexiona sobre si se cambia de tramo o no de acuerdo con el Plan de Navidad, sino si se da un "paso atrás". Así lo ha revelado el vicepresident del Govern en funciones de president, Pere Aragonès, en la comparecencia que el Ejecutivo hace cada quince días en el Parlament para explicar la gestión de la Covid-19. El vicepresident ha alertado de que al Govern "no le temblará el pulso para imponer restricciones" a pesar de la llegada de la Navidad.
"No vamos bien. Tenemos que hablar con claridad y franqueza. La ciudadanía se merece que los respetemos como personas adultas. La situación es extremadamente preocupante", ha dicho, añadiendo que se están planteando un "paso atrás para proteger el sistema sanitario". Aragonès ha aclarado que el Ejecutivo es consciente "del impacto económico" y ha alertado que nada de lo que puedan hacer para dar ayudas será "suficiente para compensarlo todo".
Aragonès ha justificado su preocupación recordando el crecimiento de la tasa de transmisión y las palabras del secretario de Salut, el doctor Josep Maria Argimon, quien ha alertado de que la tercera ola podría ser "inminente".
"Necesitaríamos un par de días para confirmarlo, claramente. Pero los indicadores parecen mostrarlo. Hay un cambio de tendencia claro. Y tenemos un indicador, el de enfermos ingresados en las UCI, que durante tres días ha ido subiendo", ha dicho el doctor esta misma mañana. A esta cifra de dos días también se ha referido el conseller de Interior, Miquel Sàmper, confirmando que es el margen que el Govern da a la adopción de nuevas restricciones.
Y es que, ciertamente, la Rt se encuentra actualmente por encima de 1, concretamente en 1,22. Hace pocos días se situaba en 0,94. Es decir, 100 personas contagian ahora a 122. Con respecto al riesgo de rebrote, también se ha observado un cambio. Si este lunes se situaba en 181, ahora ya sube a los 245 puntos.
Una Navidad de pandemia
Así pues, Aragonès ya ha advertido que esta Navidad no será normal y que es "imprescindible" que así sea. "Este año muchas familias no se podrán reencontrar: muchas personas nos han dejado y muchas no se podrán desplazar para reunirse con amigos y familiares. Es duro, pero es absolutamente necesario", ha instado.
De hecho, la misma consellera de Presidència, Meritxell Budó, ya anunció ayer que el Govern estaba a la espera de la evolución de los datos del coronavirus para acabar de concretar las medidas del plan de Navidad admitiendo que los indicadores se estaban complicando".
Por último, el vicepresident ha hecho un llamamiento a no "normalizar las muertes" a pesar de oír las cifras cada día: "No son cifras, son personas". También ha alertado que las "picarescas administrativas no engañan a un virus que ha demostrado ser más fuerte que nosotros".