El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha anunciado este lunes que el Govern propondrá un acuerdo de cooperación con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que organiza las pruebas PISA, para "contar con los mejores expertos" y conseguir mejorar los resultados educativos. Durante una visita a la escuela Salvador Dalí de Figueres con motivo del inicio de curso, Illa ha dicho que, para hacerlo, contarán con la comunidad educativa y que el objetivo es alcanzar "la excelencia" y una educación "equitativa". El presidente ha admitido que no será un proceso "inmediato" y que no se podrá hacer ni en un mes o un año; pero ha asegurado que no tiene "ninguna duda" que "contando con todo el mundo" se conseguirá en "un futuro próximo".
El presidente ha destacado como grandes novedades del curso la prohibición de utilizar los dispositivos móviles y los programas específicos de matemáticas, comprensión lectora e inglés. Medidas, ha recalcado, "preparadas" por el anterior gobierno y que el actual se ha hecho suyas. Todo, ha dicho, con el objetivo que persigue el ejecutivo de "mejorar la educación".
Para hacerlo, Illa ha anunciado que este martes en el Consell Executiu, la consellera de Educació, Esther Niubó, propondrá hacer un acuerdo de colaboración con la OCDE, que organiza y gestiona las pruebas PISA y aglutina más de 30 países. "Será un acuerdo para contar con los mejores expertos, con las mejores prácticas de todos estos países en materia educativa y para trabajarlas conjuntamente con los alumnos, con los docentes, con la comunidad educativa y ver cómo podemos mejorar la educación en Catalunya", ha afirmado. "Este es nuestro objetivo, la excelencia a la educación en Catalunya, la mejor educación posible, una educación de calidad y equitativa, que ofrezca a todos los chicos y chicas de Catalunya las mejores oportunidades para aprender", ha añadido. Illa, sin embargo, ha admitido que no será una tarea sencilla ni "inmediata": "Es una tarea de recorrido más largo". "Pero que no tengo ninguna duda que contando con todo el mundo, aprendiendo de nuestras mejores experiencias y mirando y asesorándonos y en el marco de esta colaboración podremos recuperar la excelencia educativa en un horizonte próximo", ha insistido.
Los malos resultados de PISA, según Niubó
En una entrevista en el diario Ara, la consellera decía hace poco más de una semana, que atribuía los malos resultados al último informe PISA a muchos elementos, como los cambios en la sociedad y en la composición social de las aulas, que "han afectado al profesorado", pero también al hecho de que "muchas veces los cambios se han hecho con cierta improvisación y ha dado la sensación que se actuaba en contra de la comunidad educativa". "Eso lo tenemos que cambiar y tenemos mucho margen de mejora con medidas concretas", indicó.
El pasado 3 de junio se publicó el tercer volumen de los resultados de PISA 2022 del cual se desprendía que los estudiantes catalanes se sitúan por debajo de la media española, y también de la de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en pensamiento creativo. En concreto, los alumnos catalanes de 15 años obtenían una puntuación de 32,2, cuando la media española es de 32,8 y la del OCDE 32,7. Para el conjunto de la Unión Europea esta cifra bajaba al 32,1, ligeramente por debajo de los alumnos catalanes. Destacaban los resultados de Madrid (34,8) y Castilla y León (34,6), mientras que en la cola estaba Melilla y Ceuta (26,1 los dos). Con la puntuación de 32,8, España se situaba por delante de países como Alemania, Francia, Países Bajos o Italia.
Al principio del pasado mes de diciembre empezó toda la polémica en torno a los malos resultados, ya que se hizo público que Catalunya naufragaba con resultados muy preocupantes, en los tres ámbitos de evaluación. El informe destapaba que en competencia matemática Catalunya había obtenido 469 puntos—21 menos respecto de las últimas pruebas, hechas en el 2018. El dato ya se situaba como el más bajo desde el 2006. Con respecto a la competencia científica, obtuvo 477 puntos, 12 menos que en el 2018, y el peor dato desde el 2003. Por último, en comprensión lectora también registró el peor nivel de lectura desde 2006, con 462 puntos, 22 menos que en el 2018, y situándose en las últimas posiciones del Estado solo por delante de Andalucía, con 461, Melilla, con 405 y Ceuta, con 404.