La situación en Lleida y en el Segrià preocupa al Govern, pero también la de L'Hospitalet de Llobregat y Barcelona ciudad. Después de que un Consell Executiu extraordinario aprobara ayer el decreto para el nuevo marco jurídico sobre el confinamiento, los consellers de Interior, Miquel Buch, y Salut, Alba Vergés, han firmado la resolución para restringir a partir de esta media noche los movimientos a Lleida y siete municipios del Segrià durante 15 días, aunque la consellera de Presidència, Meritxell Budó, ha admitido que no se trata de confinamiento domiciliario. Además, Budó ha anunciado que el Procicat estudia adoptar hoy medidas en tres barrios concretos de L'Hospitalet más afectados por el coronavirus. "La situación en L'Hospitalet es complicada", ha admitido.
Con respecto a Lleida y el resto de municipios del Segrià no se hará un confinamiento domiciliario pero sí restricciones en entradas y salidas de los municipios, excepto en los desplazamientos por motivos laborales o servicios esenciales. Se permiten las salidas del domicilio y circulación por vías de uso público para ir al puesto de trabajo, establecimientos sanitarios o para cuidar de personas vulnerables, entre otros. Sin embargo, el decreto con estas medidas tendrá que pasar antes por el juzgado contencioso administrativo, como ocurrió con el acuerdo anterior que la jueza de Lleida decidió tumbar.
Por lo que respecta a L'Hospitalet, Budó no ha querido concretar a qué tipo de medidas se refería ni a qué tres barrios afectarán porque antes se tienen que abordar en el Procicat y se ha remitido a la rueda de prensa convocada esta tarde con la alcaldesa, Núria Marín. Con todo, los datos de Salut señalan los barrios de Torrassa, Florida y Collblanc como los más afectados por el crecimiento de casos.
Fuentes del Govern descartan un cierre perimetral de la zona y apuntan a la adopción de medidas para restringir la afluencia en espacios públicos así como la intensificación de medidas de seguridad.
Esta mañana el president, Quim Torra, se ha reunido con las alcaldesas de L'Hospitalet y la de Barcelona, Ada Colau.