La propuesta de Olaf Scholz empieza a ganar fuerza. El canciller alemán se pronunció ayer para instar a sus socios europeos a acabar el gasoducto Midcat por abastecer su país, en un momento en que Alemania podría verse amenazada por la falta de suministro energético a causa del conflicto abierto con Rusia. Un gasoducto que, actualmente, queda interrumpido a la altura de Hostalric desde el 2019. Iniciado el 2010, el proyecto pretendía unir España con Europa central, pero se abandonó porque se consideraba poco económico, especialmente por el gas natural barato proveniente de Rusia. Ahora mismo quedan 226 kilómetros por construir desde Hostalric hasta Barbairan, en Occitania (Francia), donde se podría hacer el enlace europeo.
Un proyecto que ha recibido también el apoyo del gobierno catalán. Este mismo viernes se ha pronunciado la consellera de Acción Exterior, Victòria Alsina, que ha celebrado la propuesta y ha recordado que el ejecutivo ya hace tiempo que lo exige. "Fuimos los primeros a reclamar el relanzamiento del Midcat. En esto coincido con el canciller alemán, Olaf Scholz," ha dicho en un tuit en Twitter. En esta línea, también ha destacado la "importancia estrategia" de Catalunya "como puente entre la Unión Europea y el Mediterráneo, y más ahora con el ataque ruso a Ucrania". Además, ha aprovechado esta situación para pedir a la Comisión Europea que presione Madrid en relación con otro proyecto: el corredor mediterráneo. "Hace muchos años que lo reclamamos y es clave para Catalunya, pero también para la UE", ha concluido.
El Gobierno, también a favor
Y también la parte española ve el Midcat con buenos ojos. La vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, lo ha manifestado así también este viernes, aclarando cuáles son los plazos que calculan. "Estamos trabajando con Enagás y Teragás para ver como acelerar una primera interconexión con menor complejidad", ha asegurado la ministra. En concreto, creen que el recorrido en territorio estatal podría estar culminado en unos "ocho o nueve meses". En la otra lado de la frontera, sin embargo, la responsabilidad es del gobierno francés. Así lo ha señalado Ribera, remarcando que "no tiene sentido que nosotros corramos mucho si aquello se tiene que convertir en un callejón sin salida en el lado francés". Más allá, el problema de todo serán los Pirineos, por donde se tendrán que conectar los gasoductos.
Oposición ecologista
Con el apoyo del gobierno de Mariano Rajoy y de la Comisión Europea, que entonces ya buscaba vías alternativas en el gas ruso a raíz de la anexión de Crimea, los promotores del Midcat recibieron entre 2013 y 2019 más de 7,3 millones de euros de fondo públicos europeos que solo se destinaron a estudios preliminares. Mientras tanto, el proyecto generó el rechazo de una parte del territorio catalán, especialmente de los grupos ecologistas, e incluso se creó la Plataforma de Respuesta al Midcat. Ahora, de renovarse, podría volver a suscitar las críticas de las entidades sociales.