Con dos meses de retraso, el Govern de Esquerra Republicana ha cerrado el acuerdo para los presupuestos del 2024 con el PSC de Salvador Illa, a la espera de llegar a un pacto también con los comunes, ya que los 66 diputados que suman estas dos formaciones no llegan a la mayoría absoluta en el Parlament. Después de que las negociaciones se aceleraran en los últimos días, este martes a primera hora se ha comunicado que la firma del pacto entre Pere Aragonès y Salvador Illa se producirá esta misma tarde en el Palau de la Generalitat. El líder del PSC se mostraba optimista este fin de semana, dando por completado el pacto de 2023, una de sus principales reclamaciones, y asegurando que las negociaciones con el Govern estaban "avanzadas". 

Si el año pasado las negociaciones entre el Govern y el PSC se centraron en la carretera B-40, que Aragonès terminó aceptando aunque ERC se había posicionado en contra de ella en reiteradas ocasiones, este 2024 los de Illa habían puesto el foco en inversiones sobre tres grandes aspectos: vivienda, seguridad y educación. El líder de la oposición había pedido "ambición" al Ejecutivo en estas tres partidas, fijándolas como prioritarias. 

 

Ayer lunes, Raquel Sans, portavoz de Esquerra aseguraba que "esta tendría que ser la semana" en que se produjeran avances en la negociación, que no han tardado ni 24 horas en materializarse. Advirtiendo que estas podrían ser las últimas cuentas expansivas en años, por la vuelta de las reglas fiscales, puso presión a la oposición: "No entenderíamos que ninguna formación dejara pasar estos recursos", recriminó. Aparte del PSC y los comunes, con quienes se aprobaron las cuentas del 2023, el Govern ha negociado también con Junts y la CUP, durante estos últimos meses. Hay que tener en cuenta, que el Consejo Ejecutivo todavía no ha aprobado el proyecto de presupuestos, del cual se han ido conociendo detalles como los 1.000 millones de euros para la lucha contra la sequía, o un incremento del 9,5% en Educación. En el 2023 el Govern los aprobó el 2 de febrero, el día siguiente del acuerdo con los socialistas (ya contaban con el sí de los comunes desde hacía semanas) y se acabaron aprobando en el Parlament a mediados de marzo.

Los comunes, a la espera

La semana pasada desde el Govern se insistía en que el acuerdo de presupuestos era "cuestión de días", pero este no se acababa cerrando, en gran parte, por el macroproyecto del Hard Rock, que enfrenta al PSC con los comunes: para unos es un compromiso, para los otros una línea roja. Aunque la intención del Govern es cerrar el acuerdo este mes de febrero, la líder de En Comú Podem, Jéssica Albiach, alejó esta posibilidad, por los incumplimientos del Ejecutivo con los pactos del 2023, aunque al día siguiente de sus declaraciones el Govern y los comunes se pusieron a negociar para las cuentas de este año. En los últimos días, Albiach ha vuelto a reclamar que el Govern entierre el Hard Rock, si quiere contar con los comunes para aprobar las cuentas, y hoy está previsto que comparezca en una rueda de prensa en el Parlament.