El Govern ha culminado este martes la restitución de las delegaciones en el exterior con la reapertura de sedes y el nombramiento de los delegados en los Países Bajos, Portugal y la Europa Central.
La aplicación del 155, el otoño de 2017, llevó aparejada una cadena de destituciones y ceses. Uno de los apartados donde el Estado puso el punto de mira era el despliegue exterior de la Generalitat.
Por eso, tan pronto como se hizo con las riendas del autogobierno, eliminó ocho de las nueve delegaciones, las de París, Roma, Londres, Berlín, Lisboa, Copenhague, Viena y Washington. Sólo dejó viva la de Bruselas, que encabeza la consellera de Agricultura en el exilio, Meritxell Serret.
Ahora hace un año, poco después de que se hubiera constituido el Gobierno Torra, el entonces conseller de Exteriores, Ernest Maragall, anunció la intención de recuperar la implantación exterior.