"Catalunya merecía estos presupuestos". Así ha lamentado el presidente del Generalitat, Quim Torra, que los grupos de la oposición hayan cerrado la puerta a tramitar los presupuestos. El último intento del ejecutivo para sacarlos adelante, a través de una subida de impuestos propuesta por el vicepresidente Pere Aragonès, no ha llegado a buen puerto y los comunes -socios prioritarios- lo han tachado de insuficiente.

A pesar de todo, sin embargo, Torra ha negado que piense en convocar elecciones y ha asegurado que "empezaremos a trabajar en la prórroga presupuestaria". "No creemos que ahora unas elecciones convengan a este país", ha sentenciado, después de que varios grupos le hayan reprochado que si no es capaz de sacar las cuentas adelante, convoque elecciones o presente una moción de confianza.

Sin embargo, Torra ha culpado del 'no' de los grupos a negociar y aprobar los presupuestos a los "intereses de los partidos" delante del apretado calendario electoral de esta primavera, y ha propuesto volver a hablar después de los comicios.

El presidente Quim Torra y el vicepresidente Pere Aragonès han comparecido este miércoles en la cámara catalana para presentar el anteproyecto de presupuestos a petición propia, pero después de que varios grupos -Cs, PSC y comunes- hubieran pedido la comparecencia de Torra para saber el estado de las cuentas.

La presentación de este miércoles, pues, no ha supuesto ninguna votación sobre las cuentas. El Govern ya informó de que no los sometería a votación en el Parlament hasta que no tuviera asegurada su tramitación. Después del debate estéril de este miércoles en la cámara, que sólo ha servido para constatar las diferencias entre los grupos, ha quedado en evidencia la imposibilidad de sacar adelante las cuentas.

Propuesta de reforma fiscal

El vicepresidente Aragonès había propuesto minutos antes una reforma fiscal si se aprueban las cuentas, que vendría de modificaciones en Sucesiones, IRPF y Actos Jurídicos Documentales, y que generaría unos ingresos adicionales de 177,3 millones de euros.

Concretamente, el vicepresidente ha planteado que el tramo del IRPF autonómico máximo del 25,5% se aplique a las rentas de más de 120.000 euros anuales -cuando ahora está a los 175.000-, o que la actual bonificación del Impuesto de Sucesiones y Donaciones se reduzca entre 4 y 25 puntos porcentuales en la cuota tributaria para los grupos de parentesco 1 y 2, manteniendo la bonificación del 99% para los cónyuges.

La presentación y última propuesta de Aragonès tenía que servir para sondear los grupos y ver los posibles apoyos para tramitar las cuentas, pero sólo ha servido para acabar dando los presupuestos por perdidos.

Los comunes, único socios posibles ante la negativa del resto, han tachado la propuesta de de "pirotecnia" y de "simbolismo". Los números de Aragonés quedan lejos de lo que habían pedido los comunes, que planteaban recaudar hasta 700 millones de euros a través de una reforma fiscal más amplía. "Aquí se quedan con su propuesta", ha sentenciado la presidenta de Catalunya en común, Jéssica Albiach, dando por cerrado el debate.