El Govern ha vinculado al eco del caso Rubiales la denuncia de un Policía Nacional imputado por el beso no consentido de una manifestante del 1-O. La portavoz del ejecutivo, Patrícia Plaja, ha calificado de "sorprendente" que la denuncia se presente seis años después de los hechos, y justo cuando "hace semanas que se habla de un beso muy grave". "No añadiré nada más", ha remachado Plaja.
Los hechos denunciados se produjeron durante la jornada del referéndum del 1-O y el protagonista es uno de los 45 agentes de la Policía Nacional imputado por las cargas en los colegios electorales, que ha denunciado el beso no consentido de una manifestante por considerarlo un delito contra la libertad sexual. El policía ha tardado seis años para presentar la denuncia y lo ha hecho precisamente en medio de la polémica provocada por el beso que el presidente de la Federación Español de Fútbol Luis Rubiales dió en la boca a Jénnifer Hermoso después de la victoria de la selección española en el mundial de Fútbol.
La portavoz del Govern ha explicado que este hecho no se ha tratado durante la reunión del Consell Executiu dado que se ha conocido mientras el gobierno estaba reunión, lo cual no ha evitado un golpe de atención. "Vigilemos mucho en estos temas y eb frivolizar en cualquiera de estas circunstancias y actos", ha advertido a la portavoz.
Protestas contra el Govern: "normal"
A lo largo de la rueda de prensa, la portavoz se ha referido también a la conmemoración de la Diada este domingo por las calles de Barcelona. Ha valorado que el independentismo había transmitido una "imagen muy potente de unidad" y ha sacado hierro a los gritos que se escucharon contra el Govern, las exigencias de dimisión que se corearon, en especial durante la intervención de la presidenta de ANC, o el apelativo de "botiflers" que escucharon algunos miembros del ejecutivo en el transcurso del recorrido de la manifestación. "Es normal que cuando se reúnen cientos de miles de personas pueda haber personas que hagan proclamas en uno u otro sentido y desde el Govern tenemos un respeto absoluto por la libertad de expresión", ha subrayado la portavoz, que ha insistido en que se trataban de "casos absolutamente aislados".
En línea con las declaraciones del president de la Generalitat, Pere Aragonès, horas antes en TV3, la portavoz ha asegurado que Junts y el Govern "están condenados a entenderse" de cara a las negociaciones en Madrid por la investidura del próximo presidente. Ha advertido que quien quiera los votos independentistas para la investidura del próximo presidente español tendrá que mover ficha y que una vez concretadas las condiciones, el papel del Govern será "clave" en las posteriores negociaciones