El Real Instituto Elcano, el principal think tank español, ha advertido de la importancia de las elecciones europeas, y de la próxima composición del Parlamento Europeo, porque es la institución más porosa a relatos como el del independentismo. Recomienda en este sentido "ser proactivos" y trabajar con políticos de otros países que simpaticen con España, para "no tener que gastar demasiado capital político" propio. Pone el ejemplo del presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani. En un análisis sobre la posibilidad de construir un "ecosistema de influencia española en Bruselas", el instituto señala que España lo podría intentar a raíz del Brexit. Pero apunta que tiene dos problemas: la debilidad del gobierno y la "larga sombra" de la cuestión catalana. Sobre esta, recomienda estar muy alerta.

"La debilidad parlamentaria del gobierno socialista (en el poder sólo desde junio del 2018) y la reciente convocatoria de elecciones generales para el 28 de abril podrían complicar la posibilidad de diseñar una estrategia nacional de influencia en la UE que tenga el suficiente consenso como para garantizar la continuidad que su éxito requiere. Si el resultado electoral [del 28-A] no es concluyente y las negociaciones para investir a un nuevo presidente del Gobierno se dilataran, debilitarían al ejecutivo español en Bruselas y distraerían su atención política a la hora del reparto de poder europeo, que requiere una importante inversión en tiempo y energía. Igualmente, la crisis catalana (todavía no resuelta) seguirá requiriendo buena parte del capital político del Gobierno y de los otros representantes españoles en la UE", ha indicado.

Esta sería, según el think tank, una de las preocupaciones para los intereses españoles. La segunda preocupación es el escenario que tenga el nuevo Parlamento europeo, y propone para ello una estrategia a seguir basada en ceder el protagonismo del problema entre Catalunya y el Estado a políticos de otros países. "Es importante remarcar la importancia de identificar a eurodiputados no españoles que conozcan bien la realidad de España y sus prioridades para apoyarlos en los lugares de responsabilidad de la cámara y trabajar con ellos. En políticas sectoriales concretas (euro, energía, clima, migraciones, innovación, agricultura y pesca, etc.) este propósito se consigue con representantes de países o sensibilidades ideológicas que conecten con los intereses y valores dominantes en España. Pero después existen peculiaridades muy sensibles, por ejemplo Gibraltar o por supuesto la cuestión catalana donde es fundamental ser proactivos, ya que el Parlamento es la institución políticamente más porosa y susceptible de aceptar ciertas narrativas simplistas y demagógicas (sic). Combinando una mejor política de comunicación y apostando por eurodiputados de otras nacionalidades que comprendan estos temas, se ahorra a los españoles tener que gastar demasiado capital político. Si son otros los que asumen la importancia de determinados asuntos para España pero también para la UE, no sólo se gana efectividad, sino que se evita que se produzca una merma de influencia en el resto de temas. Hay que destacar aquí como ejemplo positivo el papel jugado en los últimos años por el presidente Tajani en defensa de la Constitución", recuerda.

La conclusión de la Fundación Elcano es que España tiene fortalezas para ganar peso político a Europa, con la renovación institucional que se iniciará con las elecciones europeas y de cara al 2024, pero que la irresuelta cuestión catalana lo complica. "Las fortalezas [que tendría España] conviven con la inestabilidad parlamentaria desde 2015 y la larga sombra del conflicto catalán", insiste.