El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha defendido en el Congreso de los Diputados el trabajo hecho por la policía española y la Guardia Civil durante el asalto a la valla de Melilla del pasado 24 de junio, que acabó, en territorio de Marruecos, con decenas de inmigrantes muertos y un grupo de agentes heridos. Grande-Marlaska ha calificado "de intento irregular y violento de entrada a territorio español" y ha asegurado que, para repeler el ataque, los cuerpos policiales del Estado utilizaron material de defensa "oportuno y proporcionado" al grueso de personas que intentaban acceder a España.
"En nombre del gobierno, quiero trasladar el pésame para la trágica pérdida de vidas humanas y la solidaridad con los 55 guardias civiles y policías marroquíes que resultaron heridos". De esta manera ha empezado el ministro del Interior la comparecencia parlamentaria en la cual ha evitado cuantificar a los muertos. Acto seguido ha hecho un relato cronológico de los hechos en la frontera de Nador (Marruecos) con la ciudad autónoma de Melilla. Ha hablado de "1.700 personas" que se dirigieron con "objetos ofensivos y palos" al punto fronterizo. En aquel momento, ha dicho, la gendarmería marroquí intentó evitar el acercamiento, que fue respondido con "el lanzamiento de piedras y algún artefacto incendiario".
Según el relato de Marlaska, los inmigrantes empezaron a ejercer violencia contra las puertas de seguridad con hachas, martillos y una sierra radial manual" y cerca de 100 personas "escalaron el muro exterior y la valla". Ha seguido: "Forzaron la puerta de seguridad, que actuó como embudo peligroso poniendo en riesgo la integridad de centenares de personas". A pesar del despliegue de las fuerzas de seguridad, ha explicado Marlaska, "100 personas entraron en el Estado de manera irregular". Repelida la mayoría de los que intentaron entrar, la policía procedió "al rechazo en frontera conforme el marco normativo y jurisdiccional y siguiendo la doctrina del Tribunal Europeo de los Derechos Humanos".
Como consecuencia del asalto, según Marlaska, 55 agentes de la Guardia Civil resultaron heridos de diversa consideración y 7 vehículos policiales quedaron dañados, al margen de las puertas del control fronterizo. También ha recordado que hay tres líneas de investigación en España, que coinciden en el tiempo con las indagaciones de la justicia de Marruecos: la iniciada por la Fiscal de Sala Coordinadora de Extrangería, la que está llevando a cabo las Cortes Generales a través del Alto Comisionado para la Defensa de los Derechos Fundamentales y las Libertades Públicas y, por último, la del Defensor del Pueblo. De la misma manera, ha señalado que "las políticas de modernización del perímetro fronterizo" han permitido que no se hayan lamentado mayores daños en territorio español".