La catalanofobia está presente en el orden del día de muchos catalanes, sobre todo de aquellos que viven en zonas como el País Valencià o las Islas Baleares. Este es el caso de Damià V. que tuvo problemas para ser atendido en un centro médico de Mallorca por el simple hecho de hablar catalán.
Según ha recogido el periódico digital DBalears, Damià se hizo unos cortes el pasado 24 de agosto y tuvo que ir al médico de su pueblo, Campos, para que le curaran estas heridas de la mano.
Al llegar, tuvo problemas con una enfermera porque él le describió sus heridas utilizando el catalán. El citado digital explica que la trabajadora le preguntó qué le había pasado y él respondió "M'he tallat amb un tassó". La enfermera le dijo que no lo entendía y él le repitió lo mismo: "M'he tallat amb un tassó".
Al ver que no se entendían, la trabajadora le dijo al herido: "Pues necesitará a alguien que le haga de traductor". Poco después, la enfermera accedió a limpiar las heridas y le comunicó al paciente que "ahora vendrá el doctor, que es extranjero como yo pero entiende alguna cosa en mallorquín, quizás así nos podremos entender". Con el médico tampoco hubo suerte, ya que cuando Damià le dijo que se había cortado con un "tassó", el doctor le preguntó si eso era un "cuchillo".
Damià V. recibió la cura, "bien hecha", según indica, y presentó una solicitud de actuación ante la Oficina de Defensa de los Derechos Lingüísticos. El afectado considera que es "una humillación que te digan en tu pueblo que tú necesitas un traductor cuando estás hablando tu lengua".
"Son los que no nos entienden los que en todo caso necesitan un traductor, o tienen que esforzarse en entendernos y no pretender que cambiemos de lengua. Por lo tanto, la actitud de esta enfermera o auxiliar es totalmente reprobable", declaró el herido a DBalears.
En la misma línea, añadió que "la actitud de esta trabajadora es incompatible con el decreto 8/2018 de 23 de marzo que regula la capacitación lingüística del personal estatutario del IB-Salut y las disposiciones que dictan que para trabajar en el IB-Salut se tiene que haber acreditado un nivel de catalán B1 (médicos y enfermeros) o A2 (auxiliares de enfermería y celadores)".
Artistas catalanófobos
Precisamente hace una semana, la reputada pareja de artistas Sean Scully y Liliane Tomasko abandonaron Barcelona porque están cansados de oír hablar catalán. Así lo anunciaron en un reportaje del diario británico Financial Times, que recoge que la decisión de los pintores "fue impulsada por el crecimiento del nacionalismo en la ciudad que habían querido".
Amaban la ciudad, pero no amaban la lengua. En la capital catalana, "ibas a reuniones y hablaban completamente en catalán, como diciendo te fastidias", decía Scully. "Había demasiado de eso (catalanismo), lo hizo imposible", añadió Tomasko. Finalmente, no pudieron aguantar en Barcelona por esta mierda".