La condena por abuso sexual, y no por una violación, a los cinco miembros de la Mandada ha desatado una auténtica oleada reivindicativa por todo el estado español. Ayer la noche, al ministro de Justicia, Rafael Catalá, la pudo vivir en primera persona en Córdoba. El responsable de Justicia recibió gritos en la salida de un acto al Colegio de Abogados de la ciudad andaluza en medio de peticiones por su dimisión.
Según explicó la Cadena Ser, a partir de las 21:30h el ministro intentó hasta tres ocasiones salir del edificio. Finalmente, la salida de Catalá se produjo a las 22 horas con serias dificultades y bajo los gritos: "Ministro pierde el AVE y nosotras las libertades".