El grupo sobre el catalán en la Eurocámara se ha enrocado en el debate jurídico y ha aparcado unos meses el logístico, hasta abril. Fue en diciembre cuando este grupo de trabajo trató por primera vez el uso del catalán, y ya se abordó el encaje jurídico del uso del catalán, el euskera y el gallego en el Parlamento Europeo. Según fuentes parlamentarias consultadas por la ACN, en la reunión de este martes —la segunda al respeto— se ha seguido analizando el marco legal de la medida. Las mismas fuentes han indicado que la previsión es mantener ya un tercer encuentro en abril, dentro de dos meses, para tratar las cuestiones logísticas y de recursos derivadas de permitir el uso de las tres lenguas.

En esta segunda reunión, el grupo de trabajo Lenguas de los Ciudadanos del Parlamento Europeo ha hecho una comparativa con otros casos similares al del catalán, el vasco y el gallego. Es decir, que se ha debatido sobre otros casos de lenguas reconocidas constitucionalmente en estados miembros de la Unión Europea y que no se pueden utilizar en la Eurocámara. Sería el caso, por ejemplo, del turco en Chipre —donde es cooficial. Sobre este punto, tanto el PSOE como el Gobierno defienden que el caso del catalán es único porque se trata de una lengua hablada por diez millones de personas —es la decimotercera más utilizada en comparación con el resto de lenguas oficiales en la UE, por delante del inglés, el danés, el finés, el sueco y el gaélico—, que está reconocida en la Constitución y que se habla tanto en el Congreso como en el Senado.

Del debate jurídico al debate logístico

Las cuestiones logísticas y de recursos, como puede ser el número de intérpretes necesarios para garantizar la interpretación en los plenos, quedan aparcadas hasta abril. Sobre esta cuestión, el ejecutivo de Pedro Sánchez ha reiterado en varias ocasiones que se hará cargo de los gastos que suponga sacar adelante la medida.

La presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, atendió por primera vez en octubre la petición del Gobierno para oficializar el catalán y pidió un nuevo informe sobre su uso en los plenos. Lo solicitó a un grupo formado por cinco vicepresidentes de la Eurocámara, entre los cuales están Javi López (PSC) y Esteban González Pons (PP). El grupo lo preside el eslovaco Martin Hojsík (Renew) y lo completan tanto el francés Younous Omarjee (La Izquierda) como la italiana Antonella Sberna (Conservadores y Reformistas por Europa, ECR). De las reuniones de este grupo tiene que salir una propuesta detallada sobre qué supondría en términos económicos el uso de las tres lenguas y como se facilitaría su incorporación en términos logísticos, para que la Mesa decida. Está previsto que se tome una decisión en junio.

¿Qué pasará con el catalán en la Eurocámara?

Los socialistas son optimistas con la cuestión. En la pasada legislatura, uno de los principales obstáculos fue la falta de una mayoría en la mesa de vicepresidentes. Entonces, los socialistas tenían cuatro de los catorce asientos, mientras que los Verdes y la Izquierda solo tenían dos —uno para cada uno. Los liberales estaban fuertemente influidos por Ciudadanos y se oponían, de manera que la cuestión nunca se votó. Pero las cosas han cambiado en la legislatura actual: los socialistas cuentan con una vicepresidencia más y Ciudadanos ha desaparecido.

La incógnita es la posición de los liberales (Renew), donde está el Partido Nacionalista Vasco (PNV), que tiene entre sus prioridades la cuestión. Si se decantan por darle apoyo, la medida saldría adelante, a pesar de la negativa de los populares europeos y de los ultras. Hoy por hoy, Hojsík no se habría posicionado públicamente sobre la cuestión, pero hace solo una semana que publicó un mensaje en las redes sociales donde afirmaba que "el multilingüismo es uno de los tesoros de la UE".

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