La Guardia Civil manipuló la declaración de un testigo durante la investigación judicial contra el Gobierno por autorizar la celebración de la manifestación del Día Internacional de la Mujer el pasado 8-M.
Según avanza eldiario.es, el informe, clave para la imputación del delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco, atribuye al coronavirus la causa de la desconvocatoria de una concentración de la CGT dos días antes del 8M. Pero eso no es cierto.
El informe dice que el atestado policial asegura que el Gobierno permitió ciertas convocatorias mientras intentaba impedir otras de manera arbitraria, motivo por el cual acusan al delegado del Gobierno en Madrid de prevaricación administrativa.
El documento dice que la concentración de la CGT se canceló "dada la situación y riesgos de contagio a causa del coronavirus". En realidad, el responsable del sindicato había declarado a la comandancia de la Guardia Civil que "se suspendió por considerar mejor otra fecha más próxima al juicio" de un despido por el cual protestaban.
El motivo del cambio de fecha también aparece en la relación de "reuniones/manifestaciones tomadas en consideración por la DG [Delegación de Gobierno]" que recoge el mismo informe policial.
El informe final, sin embargo, manipula la declaración del sindicato e ignora el documento de la Delegación, a quién inculpa de prevaricación aunque las pruebas originales desmientan este relato.