La guerra en Ciudadanos continúa, después de una reunión sin acuerdo entre Inés Arrimadas y Edmundo Bal. Los dos líderes se han reunido este lunes por la tarde a raíz de la exigencia de Arrimadas para una lista conjunta y la respuesta de Bal, que le ha propuesto entrar en su lista. El encuentro se ha alargado durante una hora en el Congreso de los Diputados y se ha producido a petición de la presidenta del partido, que se ha mostrado optimista con el curso de las conversaciones. En cambio, el vicesecretario de la formación ha rebajado el tono. Sea como sea, la reunión ha acabado sin ningún tipo de acuerdo.
Fuentes del entorno de Arrimadas han comentado que la dirigente ve "avances hacia la candidatura de unidad por la cual apuesta" y que "seguirá trabajando para conseguirlo". Otras fuentes han destacado en Efe que no hay "cierre" por parte de ninguno de los dos líderes por alcanzar un acuerdo. "La sensación es buena", han asegurado, después del evidente distanciamiento entre ambos durante la jornada de este lunes. Recordemos que la Asamblea Extraordinaria de Refundación de Ciudadanos se celebrará en enero, de manera que el tiempo para cerrar una candidatura conjunta se agota.
"Ya es tarde para un pacto"
Por su parte, Bal ha rebajado el tono y se ha limitado a confirmar que han hablado sobre el futuro del partido. "Hemos hablado, como tantas veces, sobre el futuro de nuestro partido", ha escrito en un tuit. Eso sí, parece que han coincidido en alguna cosa: "Coincidimos en el hecho de que todos son necesarios para relanzar este proyecto y los afiliados de Ciudadanos, nuestra razón de ser". Pueden parecer palabras amistosas, pero no lo son. Veinte minutos antes de este mensaje de Twitter, El Español ha publicado una entrevista al dirigente con el siguiente titular: "Ya es tarde para un pacto. Que Inés (Arrimadas) se integre en mi candidatura y convenza a (Begoña) Villacís". La guerra en Ciudadanos continúa.
La cosa empezó el viernes, cuando Bal anunció que se postulaba para liderar el partido. Desde entonces, ha pedido a Arrimadas que dé un paso al lado y ha apostado por hacer de su formación una fuerza bisagra y no un "apéndice" del PP. Así pues, ha afirmado que su candidatura ya es de unidad. Pero la presidenta ha plantado cara al vicesecretario general y ha revelado su objetivo de conformar una lista única que junte diferentes perfiles. Sin embargo, ha adelantado que presentará su propia candidatura si su "mano derecha" no negocia la lista de unidad para "evitar una batalla campal".