La candidatura de Lluís Llach a la presidencia de la Assemblea Nacional Catalana está poniendo en evidencia la actuación de un sector de la dirección que se resiste a perder el control de la entidad. De poco ha servido la contundencia con que se expresaron las bases el 18 de mayo y el hecho de que el cantautor fuera el nombre que recibió más apoyos en la elección del Secretariado, 3.268 votos, es decir, el 82% de los 3.976 socios que votaron. El pasado sábado, frente a Llach se presentó para optar a la presidencia un miembro del bloque de los jóvenes, Josep Punga, que en las elecciones obtuvo 32 votos de los 56 jóvenes que votaron, pero al cual se atribuye la condición de ser el candidato de la actual dirección, que encabeza Dolors Feliu.

Más allá de lo que digan las bases, al presidente lo escogen los 77 miembros del Secretariado y hay que conseguir el apoyo de dos terceras partes de sus miembros. Y es aquí donde se atascó la elección del presidente. Por más que el cantautor ganó todas las votaciones, no consiguió llegar a los dos tercios. En la quinta vuelta quedó a un voto de conseguirlo. El plenario se tuvo que levantar sin escoger al nuevo presidente, pero el cantautor aseguró que no tiraba la toalla y advirtió que no permitiría que se saliera con la suya un sector que busca bloquear la elección para controlar la entidad en una situación que, según dijo, se ha producido ya en otras ocasiones.

Silencio de Llach

No obstante, las inercias internas son contundentes y las cargas contra Llach no se han detenido, hasta el punto que este miércoles ha trascendido, en una información del diario Ara, que el cantautor pagó fuera de plazo las cuotas de socio, las cuales tienen que estar a corriente de pago para poder optar a las elecciones. Aunque Llach se ha negado a hacer declaraciones, la publicación de la noticia ha provocado indignación en el entorno a la entidad, donde se atribuye la información a una filtración del secretariado.

Representantes de la ANC consultados por ElNacional.cat, admiten que Llach fue incorporado a la Asamblea como otras personas de renombre para proyectar la imagen de la entidad y que no siguió los cauces habituales. Estas voces, no solo quitan hierro a esta circunstancia sino que subrayan tanto las aportaciones del cantautor, como las intervenciones que ha protagonizado a lo largo de estos años, desde el Concert per la Libertad de junio del 2013, hasta sus actuaciones en numerosas convocatorias de la ANC y lo que eso ha representado para la Assemblea.

Luz verde

Además, fuentes de la cúpula de la entidad aseguran que la ANC recibió una consulta del candidato sobre su idoneidad para optar a la presidencia y que se le comunicó, como mínimo en dos ocasiones, la última el 18 de marzo, que era miembro de pleno derecho de la ANC, que podía ser candidato y participar en la votación.

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Comunicación de la ANC a Lluís Llach

Con todo posteriormente, según estas fuentes, la Junta Electoral detectó el no pago de las cuotas y se le planteó a Llach una alternativa, que este, lo rechazó y pagó el 16 de abril las cuotas pendientes. Estas fuentes señalan que no es la primera vez que se produce esta situación, pero que, además, en el caso de Llach se da la circunstancia que había la comunicación de la secretaría en el sentido que era socio de pleno derecho y al corriente de pago.

Además, fuentes de la Asamblea aseguran que toda esta situación era conocida en la ANC y que nadie impugnó la candidatura, tal como prevé el reglamento de las elecciones al secretariado en el título séptimo. No obstante, y después de que el candidato se ha negado a aceptar las condiciones que se le imponían para aceptar su presidencia, la información se ha filtrado en un intento, según aseguran, de erosionar la imagen del cantautor.