El magistrado Guillem Soler ha sido el único que ha hecho una crítica directa, a pesar de que sin citarlo, al presidente del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), Jesús María Barrientos, de la Asociación Judicial Francisco de Vitoria (AJFV), por no haberse abstenido en causas relacionadas con el procés de independencia de Catalunya, después de haberse posicionado, y corregido para el Tribunal Supremo, en el caso de la Mesa del Parlament. "Me abstendré si tengo relación con algunas causas, que no se ha hecho hasta ahora. Y hace falta más tolerancia a la crítica judicial", ha manifestado el actual portavoz de la asociación Ágora Judicial en su entrevista, vía telemática, ante el Consejo General del Poder Judicial para ocupar la presidencia del TSJC, este miércoles. Y es que el presidente o la presidenta de todos los Tribunales Superiores de Justicia, además de la tarea gubernativa, de coordinar a los jueces del territorio, también tiene que presidir los juicios de la sala de lo civil y penal, que tiene competencias de aforados, es decir de los diputados y, en el caso de Catalunya, también los consellers.

Las otras dos candidatas a presidir el TSJC, Mercè Caso, presidenta de la sección 12 de la Audiencia de Barcelona y miembro de Jueces y Juezas por la Democracia (JJxD), y Cristina Ferrando, actual decana de los juzgados de Barcelona y miembro de la  Asociación Profesional de la Magistratura (APM), conservadora y mayoritaria, han pasado página del procés y han destacado su experiencia gubernativa como decanas de los juzgados de Barcelona. El respeto de la lengua catalana en la justicia, muy deficiente, ha sido citado por los tres candidatos, todo y que sin exponer ninguna medida excepcional. Los candidatos han presentado su programa por escrito porque solo tenían 10 minutos de exposición oral,  reducido ante el centenar de cargos pendientes de nombrar por los años de bloqueo del CGPJ.

Propuestas de los candidatos

La primera a intervenir ha sido la magistrada Mercè Caso que ha lucido su tarea como decana de los juzgados de Barcelona del 2012 al 2012,y "en momentos difíciles como ha sido la situación política en Catalunya, los atentados de Barcelona y la Covid" y ha añadido que "en tiempo de incertidumbre hubo una colaboración de los jueces y alineación con el presidente del TSJC". De su tarea, Caso se ha mostrado "orgullosa" de que se creó "la primera unidad de mediación a Catalunya", y que ahora será clave con la ley de eficiencia.

Mercè Caso, durante su entrevista ante el CGPJ.

La magistrada de JJxD ha asegurado que "el liderazgo es aprender a discutir" y ha añadido: "Los magistrados Gimeno, Barrientos y Maria Eugènia Alegret son mis referentes". Con respecto al programa, ha destacado que "consolidará" la relación con los responsables de la comunidad autónoma. "Tengo 60 años y he trabajado la mitad de mi vida en la Justicia, que la entiendo más eficaz y transparente", ha declarado Caso, que ha cerrado su exposición con una cita del filósofo Antonio Gramsci.

La magistrada Cristina Ferrando ha sido la segunda en exponer su experiencia y las acciones que quiere implementar si es la nueva presidenta del TSJC. Ferrando, que ha sido magistrada de instrucción en Barcelona, ha apostado por "mejorar la conexión con la ciudadanía", también a reactivar los contactos con la administración catalana, de la cual ha indicado que "hace meses que se ha iniciado con el impulso del Observatorio catalán de la Justicia, donde se ha consensuado el plan de choque contra la multirreincidencia."

La magistrada se ha mostrado preocupada por la falta de jueces en Catalunya, que ha cifrado "en 110 plazas", según los cálculos de la sala de gobierno del TSJC y ha apostado por acciones para revertirlo, así como la aplicación de la transformación los juzgados ordinarios en tribunales de instancia, que ahora se tiene que empezar a aplicar.

La magistrada Ferrando, en su intervención.

Finalmente, el magistrado Guillem Soler, titular de un juzgado de Primera Instancia de Barcelona, ha deseado que la presidencia del TSJC "no se decida por los grandes bloques", haciendo referencia a las asociaciones mayoritarias APM y JJxD. También ha expresado que "se mostraría satisfecho" si una mujer ocupara este alto cargo, que continúa siendo escasa en la carrera judicial.

Soler ha destacado su excelencia jurisdiccional en el ámbito hipotecario y las cláusulas abusivas. Ha expuesto que planteó la inconstitucional de estas medidas al Tribunal Constitucional, que se desestimó, y que años después "un magistrado del mercantil, ahora en el CGPJ (refiriéndose a José María Fernández Seijo), lo planteó mejor y como derecho de consumo en el Tribunal de Justicia de la Unión Europea", que concluyó que estas cláusulas eran abusivas y se tenía que devolver el dinero a los clientes. Acción que el Gobierno no quiso aplicar  de forma directa y lo derivó en los juzgados, que requirieron refuerzo para resolverlo.

El magistrado Soler, durante su entrevista en el CGPJ

Finalmente, Soler ha destacado que ser miembro de la asociación Ágora Judicial "no es un demérito, ya que en situaciones tensas, cómo ha dicho una compañera, la asociación ha sido capaz de analizar de forma fría y sin corporativismo". La asociación Ágora Judicial nació cuando magistrados se sintieron desamparados de JJxD por falta de pluralidad en la judicatura sobre el derecho a decidir planteado en el 9-N del 2014 y después con las resoluciones judiciales por el procés del 2017. Soler es autor de las "excepcionalidades jurídicas", que el Tribunal Supremo y el TC han aplicado a Catalunya.