La queja de un usuario por la imposibilidad de utilizar formularios para la declaración del IVA en lengua catalana ha destapado la política lingüística de la Agencia Tributaria española, que ha suprimido el uso de esta lengua por "razones de economía y oportunidad", imponiendo de esta manera la utilización de la lengua española a todos los efectos.
Todo ello se ha conocido gracias a la entrega de una carta de respuesta que, con dos años de retraso, la Agencia Tributaria ha dirigido a un usuario de Tarragona, que, tal como denuncia la Plataforma por la Lengua, en 2014 elevó una queja por la falta de formularios en catalán.
Aparte del considerable e injustificable retraso en la respuesta, la postura de Hacienda puede entrar en la antología de ataques a la lengua catalana, ya que después de varias justificaciones sobre los "esfuerzos importantes" que la Agencia Tributaria estaría haciendo en cuanto al uso del catalán y las otras lenguas oficiales aparte del castellano, y lamentar no poder "dar una fecha concreta" para la traducción de los formularios modelo 303 y 390 que pide al usuario, textualmente se explica que los mencionados formularios no tienen versión catalana porque "desde el ejercicio 2014 razones de economía y oportunidad llevaron a suprimir las traducciones a las lenguas autonómicas cooficiales".
Eso sí, la misiva concluye que la liquidación de los formularios en catalán se hace "sin perjuicio de la oficialidad y aplicación del castellano como lengua oficial en todo el Estado español".