Texto de actualización en aplicación en virtud del articulo 86 de la Lley de Protección de Datos, referente al drecho a la actualitzación de informaciones en medios de comunicación digitales:

La interesada o quien dice ser su abogado han remitido al medio digital Providencia dictada por el Juzgado de Instrucción n.º 12 de Barcelona a las Previas 1035/2022 mediante la que se deja sin efecto la orden de investigación, detención y presentación, al haber facilitado el mismo domicilio. Clara Millet se encuentra formalmente comparecida en la causa ante el juzgado de Instrucción n.º 12 de Barcelona desde el 24 de mayo de 2023, y no ha sido condenada como partícep a título lucrativo por ningún tribunal.

 

Clara y Laila Millet, hijas de Fèlix Millet —fallecido el pasado 16 de marzo, están ilocalizables por el juez de Barcelona que las investiga por presuntamente ayudar a su padre a eludir la devolución del espolio del Palau de la Música. De momento, no han comparecido voluntariamente en la causa, ni tampoco han servido las vías habituales para encontrarlas y así poder citarlas a comparecer. Según explica este martes ElDiario.es, uno de los últimos intentos por saber de ellas fue la personación policial en el funeral de Fèlix Millet. Así pues, el juez Sergio Escalona, a petición de la Fiscalía Anticorrupción, ofició a los Mossos d'Esquadra para poderlas localizar durante el funeral del padre con el objetivo de poder entregarles en mano la citación como investigadas en el caso.

Objetivo: localizar a las hijas de Millet

La fiscal Anticorrupción Marta Marquina, el día en que murió Millet, pidió a la policía que realizara "las gestiones necesarias y oportunas" para descubrir el día y la hora en que se produciría el funeral del saqueador del Palau por si las investigadas acudían a la ceremonia de su padre. Ambas tenían que ser citadas para comparecer como investigadas la misma semana de la muerte de Millet, concretamente, dos días más tarde. El citado diario asegura que los Mossos no las encontraron y, por lo tanto, la citación todavía no se ha podido hacer efectiva.

El juez contempla, como un último recurso, dictar una requisitoria para que Clara y Laila Millet declaren como investigadas si viajan a España, aunque parece un escenario poco probable. La vida de las hermanas Millet dio un giro de 180 grados el año 2009, cuando su padre fue detenido por el espolio del Palau, un caso de corrupción que se ha arrastrado durante más de 12 años en Catalunya. El 23 de julio de 2009 a las 10.00 horas, los Mossos d'Esquadra entraron en el Palau de la Música y encontraron facturas falseadas, grandes cantidades de dinero en efectivo e incluso lingotes de oro.

Los Millet, del paraíso al infierno

Cuando estalló el caso Palau, las hijas de Millet se marcharon de Barcelona a vivir en el extranjero. Según apunta el citado diario, la última residencia conocida de ambas estaba en Perth, en Australia, y en Madison, en los Estados Unidos. En el momento de la detención de Millet, la Policía Nacional descubrió el desvío sistemático de fondos públicos y privados hacia gastos particulares de Millet y su mano derecha, Jordi Montull, como el servicio doméstico, viajes de lujo o el pago de la boda de las dos hijas de Millet, que se celebraron en el mismo Palau de la Música. Unos beneficios familiares que la Agencia Tributaria cifró en 24 millones de euros, mientras que los auditores de la nueva dirección calcularon 35 millones.

Millet utilizó el dinero del Palau de la Música para beneficios personales, por ejemplo, pagar varias obras en las residencias de sus hijas, como reformar la piscina o el goteo del jardín de Laila Millet, con un importe de 21.419 euros. El dinero expoliado también se utilizó para viajes familiares, como el que hicieron los Millet en la Polinesia, el año 2006, o en Kenia, el año 2007. Por su parte, Clara también viajó a las Islas Maldivas. Uno de los ejemplos más ostentosos de estos gastos personales fueron los de las bodas. Las dos hermanas Millet se casaron en el Palau de la Música, los años 2000 y 2002, un acontecimiento en el cual asistió toda la clase política y gran parte de la burguesía catalana, que tuvo un coste de 164.269,93 euros, cantidad que pagó el Palau, aunque Millet cobró la mitad del importe a sus consuegros.

Precisamente, por todos estos beneficios que obtuvieron Laila y Clara Millet, están condenadas como responsables civiles a título lucrativo del espolio. Meses antes de que se hiciera efectiva la condena, comparecieron ante el juez. En su declaración, el año 2017, Clara alegó que nunca se le ocurrió que su boda se pagara con fondo de la institución. Aparte, también se mostró contraria a retornar los gastos del banquete: "¿Que se lo reclamen también a los invitados, no?", apuntó ella. En aquel momento, Fèlix Millet también acusó a la prensa de estar haciendo una "masacre mediática". Con todo, no es la única causa por la cual se investiga a las hijas, sino que también los contratos de alquiler con propiedades embargadas a su padre, que, según los investigadores, les habría supuesto derechos de adquisición preferente en el momento de la subasta de los domicilios.