El hijo de Naty Abascal, Luis Medina, que ahora se ha marchado a una isla portuguesa y sólo tiene 247 euros en el banco para evitar ser embargado, evidencia cada vez más la estafa a gran escala que cometió. Aprovechando los vínculos que mantenía con un primo del alcalde del PP madrileño, José Luis Martínez Almeida, acabó vendiendo 250.000 tests donde sólo 75.000 "tenían un nivel de sensibilidad aceptable" y el resto estaban defectuosos. Posteriormente, estos porcentajes se repitieron en dos pedidos más. Por todo ello, por vender un material sanitario defectuoso, cobró un millón de euros y otro teórico empresario, Alberto Luceño, más de 5 millones.
Correos electrónicos "de broma"
Pero con la investigación abierta, se conocen nuevos detalles. Como los que publica en exclusiva Eldiario.es que ha tenido acceso a los correos electrónicos entre Medina y Collado. La venta se efectuó en el peor momento de la pandemia, la primera ola por covid, y justamente el día que morían 211 personas por este virus en Madrid, los correos que se intercambiaron dan ejemplo de la mofa que hacían: "Pa la saca", escribía Luceño a Medina constatando que la estafa se había cometido con toda comodidad y ya habían cobrado lo que se había pactado.
Comisiones del 80%
Las cifras del fraude son de escándalo. Según la Fiscalía Anticorrupción hincharon un 148% el precio de los productos vendidos y las comisiones llegan al 80%, hay que recordar que Medina dijo inicialmente que eran de un 8% y que "en Alemania este tipo de negocios se hacen y todo el mundo lo ve normal". Además, se negaron a devolver el material defectuoso, tan sólo prometieron que enviarían nuevo producto procedente de Asia a través de un empresario de Malasia pero nunca llegó nada. Medina "amenazaba" previamente con cerrar el contrato que "como favor" podía pasar unas cuantas mascarillas que ya había pactado con un cliente de Colombia que tampoco nunca se ha acabado demostrando que existiera. Por otra parte, entre los empresarios también se engañaron: mientras que gracias al hijo de Naty Abascal se pudo acceder a hacer negocio con el PP madrileño, Luceño cobró una comisión extra que escondió a Medina cuando ya tuvo la puerta abierta del consistorio.
Y a partir de aquí, el desenlace final con una operación de blanqueo de los beneficios comprándose lujos en abundancia que van del famoso yate de Medina que bautizó como el "Feria" a relojes Rolex, coches Mercedes, una casa en Pozuelo de Alarcón o noches de hotel en Marbella por valor de 60.000 euros. Medina acusa a la justicia y los medios de comunicación de ser "de izquierda radical y querer manipular la información" pero las pruebas, son las pruebas.
Hasta ahora, José Luis Martínez Almeida se había limitado a confirmar que había hablado con Medina, la cara más conocida de los dos comisionistas para ser hermano del actual duque de Feria e hijo de Naty Abascal, pero sólo "después de formalizar el contrato", porque la información que le había llegado es que los dos harían una "donación de mascarillas". Nada más lejos de la realidad, esta donación formaba parte del material que se vendió por un precio totalmente desorbitado al Ayuntamiento. Y nuevas conversaciones que han salido publicadas, confirman cómo Almeida y Medina hablaron incluso antes de cerrar "el negocio".