Esta nueva legislatura en el Parlament de Catalunya ha empezado sin un candidato a la investidura, pero también con tres escaños vacíos en la cámara. Es la tercera consecutiva en que hay diputados escogidos en las urnas que no pueden ocupar sus asientos en la cámara catalana porque se encuentran en el exilio. En este caso, corresponden a Carles Puigdemont, Lluís Puig y Ruben Wagensberg. En las sillas donde se tendrían que sentar los diputados de Junts per Catalunya había el lazo amarillo que durante los últimos años ha servido para reivindicar la libertad de los presos políticos en Catalunya y también de los exiliados. En la de Wagensberg, sin embargo, había una camiseta que ha colocado al presidente de su grupo parlamentario, Josep Maria Jové, al inicio del pleno con el lema "Xàtiva renace de las cenizas" que tiene una larga historia y carga simbólica detrás.
Para ir al inicio hay que remontarse hasta el 2012. La primera persona que la lució fue la exlíder de la CUP David Fernàndez en el primero y el último pleno de aquella legislatura en la que los anticapitalistas entraron por primera vez en el Parlament de Catalunya. Fernàndez, que aprovechaba sus camisetas para enviar mensajes reivindicativos, dejó el escaño en el Parlament tras las elecciones del 2015 y el liderazgo de la CUP cayó en manos de Anna Gabriel, pero esta prenda de ropa no. Aunque costó meses de negociaciones y el paso al lado de Artur Mas para que la CUP accediera a investir a un presidente de Junts pel Sí, el heredero de la prenda de ropa fue uno de sus diputados: el ahora presidente del Assemblea Nacional Catalana, Lluís Llach. Manteniendo la tradición, quien fue cabeza de lista por Girona se la puso en el primer pleno de la legislatura.
Fernàndez, Llach, Wagensberg, Sabater y Wagensberg de nuevo
A su vez, Llach se la cedió a Ruben Wagensberg después de las elecciones del 2017. ERC había fichado a este activista para las listas de los comicios celebrados a raíz de la aplicación del 155 y fue él mismo quien compartió a través de las redes su orgullo para poder lucirla en enero del 2018: "En un momento en que seguramente tiene más simbolismo que nunca, ha sido un honor llevar la camiseta del estreno de David Feràndez, que después pasó a Lluís Llach para su primer pleno y que él me ha pasado hoy. ¡Intentaré sudarla con la misma dignidad que lo hicisteis vosotros!", escribió entonces en las redes en un tuit acompañado de sus predecesores con la camiseta puesta.
Wagensberg, a diferencia de Fernàndez y Llach repitió como diputado, pero manteniendo la tradición, pasó la camiseta a una diputada de otro grupo parlamentario. En aquella ocasión la escogida fue Dolors Sabater, representando de la CUP, que como no podía ser de otra manera, se puso la camiseta para estrenar legislatura.
"Solidaridad antirrepresiva"
El pasado 10 de junio, cuando el Parlament tenía que elegir a un nuevo president muchos buscaron la camiseta con el lema "Xàtiva renace de las cenizas" pero no estaba en ningún sitio en la cámara catalana. Hoy ha vuelto a aparecer al escaño de Wagensberg, exiliado en Suiza y que la semana pasada recibió la visita de Josep Rull a Ginebra. Una de las prioridades del nuevo presidente de la cámara es asegurar los derechos de los diputados al exilio.
Antes de que empezara el pleno de este miércoles, que ha servido para poner en marcha el reloj hacia una repetición electoral, Sabater ha asegurado a través de las redes sociales que el hilo de esta camiseta que ha unido el independentismo "no lo rompe ni la represión ni el exilio forzado". Así, la badalonesa ha escogido devolverla a Wagensberg "como gesto de solidaridad anti-represiva y como denuncia de una nueva legislatura autonómica marcada por la obsesión contra el independentismo".