La polémica sobre los presuntos contactos discretos entre la Generalitat y Moncloa para desencallar el conflicto territorial sigue creciendo, aunque el presidente español Mariano Rajoy lo había negado en las últimas horas en una entrevista en Telecinco. El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, se ha sumado al carro durante un desayuno informativo en Madrid, en el Club Siglo XXI, donde ha asegurado que tenía conciencia de la existencia de dichas conversaciones. 

Iceta ha mezclado en todo momento lo que le habrían dicho con presunta certeza, con lo que él creía, en respuesta a las preguntas de la moderadora. "No me parece mal que haya contactos discretos" decía el primer secretario sobre el rumor. "Y los hay?" insistía la presentadora. "Sí, me consta", se volvía el dirigente socialista. Más tarde, ha añadido que "eran al más alto nivel" y que a pesar de ello, sus fuentes le habrían constatado "la lejanía de las posiciones" entre Barcelona y Madrid. "¿Es impensable que no hayan hablado? No me lo creo. Incluso para pelear hay que hablar. Yo creo que incluso se han visto", añadía para alimentar la historia de un encuentro entre el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, y Rajoy.

Fuentes del PSC lo han profundizado más tarde. Dicen que habría sido "una comida recientemente" entre presidentes, sin especificar el sitio, Barcelona o Madrid. Hablan en todo momento de presuntos interlocutores terceros, pero las informaciones podrían haber venido por cuatro vías: bien los contactos que Iceta ha mantenido con la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría en la Delegación del Gobierno, donde también estaba Enric Millo; la sociedad civil; el Partido Popular de Catalunya, o las conversaciones entre Rajoy y el presidente de la gestora socialista, Javier Fernández, que "singularmente" tratan el tema catalán.

En esa tesitura, el líder de los socialistas catalanes ha cargado duramente contra el Govern de Junts pel Sí, y el referéndum. Primero ha asegurado que ni estos, ni la CUP, llevaban la el referéndum en el programa, sino que fue una circunstancia "sobrevenida". Su opinión es que no será realizable, y en todo caso, supondría una repetición "chusca" del 9-N, a modo de "simulacro", que culminará en unas nuevas elecciones "pluscuamperfectas, plebiscitarias, o como las quieran llamar", ha calificado con cierto tono de escepticismo hacia el avance del proceso soberanista.

Con la mirada puesta en una nueva convocatoria electoral, Iceta considera que el expresident Artur Mas no tendría que concurrir como líder del PDeCAT, ya que ello supondría "una especie de eterno retorno, un bucle, la rueda del hámster," ha dicho haciendo suyas las expresiones de la líder de Ciutadans, Inés Arrimadas. Preguntado por El Nacional sobre si daría el voto para la presidencia de la Generalitat a Arrimadas, éste ha esquivado la pregunta. "Yo lo pediría para mí, que quiero ser presidente. Tiene que ser alguien con una mayoría social más amplia", ha dicho con tono risueño.

A falta de acuerdo con el Ejecutivo central para ejercer "un derecho a decidir que no existe más allá de Etiopía, Saint Kitts y Nevis", parte del desayuno se ha centrado en las vías alternativas que tendría para él la Generalitat, dentro del marco constitucional español. Por ejemplo, ha denunciado que el referéndum "impedía" seguir avanzando en los 45 puntos reclamados por Puigdemont. Más tarde, ha indicado que la aceptación de la autodeterminación pasaba por reformar la Carta Magna. 

También llevaba preparada la pregunta sobre el reconocimiento de la plurinacionalidad, a través de una reforma constitucional, como él mismo explicó, después de que el candidato a las primarias del PSOE para la secretaría general, Pedro Sánchez, lo hiciera público este martes como propuesta de su proyecto. "La reforma de la Constitución tiene que ser consensuada, pero es prematuro. No queremos romper con la soberanía española" ha dicho primero. Más tarde se ha corregido, asegurando que para algunos constitucionalistas catalanes, el Estado plurinacional "ya estaba contemplado en el artículo dos de la Constitución", ha expuesto.

Finalmente Iceta se ha centrado en el proceso de relaciones entre PSOE y PSC. Ha recordado que él será neutral en la elección del secretario general, como le prometió a la lideresa andaluza, Susana Díaz, en un viaje a Sevilla hace unas semanas, porque no quiere ser "la moneda de cambio" del PSOE. "El PSC no tiene vocación de hacer nada diferente a aquello que haga al PSOE en el resto de España. Yo aplaudiré, besaré y acompañaré a todos los candidatos cuando vengan a Catalunya", ha remachado entre risas de los asistentes, entre los que se encontraba Meritxell Batet, José Zaragoza, la líder del PSOE de Madrid, Sara Hernández, Rafael Simancas, y el portavoz de la gestora, Mario Jiménez.