Miquel Iceta ha transformado esta tarde el atril del Parlamento en la tarima de un mitin de campaña. "La victoria de Salvador Illa se producirá el 30 de mayo como se habría producido el 14 de febrero. Pueden aplazar el cambio, pero no impedirlo". Ha sido la advertencia del primer secretario del PSC después de que el Govern y el resto de partidos de la oposición hayan acordado mover las elecciones al 30 de mayo.
De las palabras de Iceta se desprende la clara insinuación de que si finalmente se ha acabado acordando un aplazamiento de los comicios inicialmente previstos para el 14 de febrero es porque las encuestas empiezan a apuntar que el PSC podría dar la vuelta a ERC. Según Iceta, los argumentos sanitarios expuestos no se aguantan, porque "la previsión de Salud dice que el pico de esta ola de la pandemia será el 19 de enero, bastante antes de la campaña y las elecciones del 14-F", "los datos de hoy son mejor que los que había cuando se dictó el protocolo para las elecciones seguras" y, además, "los datos de hoy llevaban que la perspectiva de contención es mejor que cuando se firmó el decreto de convocatoria para el 14 de febrero".
Durante su comparecencia, el líder socialista no ha descartado la posibilidad de recurrir a la justicia el decreto de suspensión que esta tarde firmará el vicepresidente Aragonès. Antes de decidir, quiere verlo. En este sentido, avisa en el Gobierno de que hace falta que se limite "a un cambio de fecha y no de las reglas del juego".
En las últimas horas, el PSC había optado por ceder, al comprobar que se había quedado solo oponiéndose al aplazamiento. Los socialistas proponían mover las elecciones como máximo cinco semanas, pero no más. El argumento, "evitar los efectos de una cuarta ola después de Semana Santa".
¿Qué pasa con las candidaturas y los votos por correo ya solicitados?
La duda, una vez se materialice la suspensión del 14-F, es qué pasa con todos los procesos que ya se han realizado, como son la recogida de avales y proclamación de las candidaturas o los más de 35.000 votos por correo ya solicitados. En principio, como como el censo habrá variado entre el 14-F y la nueva fecha escogida —entre defunciones y jóvenes que lleguen a la mayoría de edad—, habría que hacer un reset.
La intención del Govern es poder convalidar las candidaturas que ya se hayan aceptado, pero dar oportunidad para que se puedan presentar nuevas.