Juego de ironía. El ministro de Cultura y Deportes, Miquel Iceta, ha aprovechado una visita a Barcelona para enviar un dardo al alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, y el Partido Popular por el enésimo caso de corrupción que mancha a los conservadores. La semana pasada, el juzgado de Instrucción número 47 de Madrid admitió a trámite la querella de la Fiscalía Anticorrupción contra el hijo de Naty Abascal, Luis Medina, y el empresario Alberto Luceño en la operación con la que considera la justicia que cometieron un pelotazo de libro con los prácticamente seis millones de euros que cobraron de los contratos para que el Ayuntamiento de Madrid recibiera material sanitario para hacer frente a la primera ola de la covid. El mismo José Luis Martínez Almeida mantiene un vínculo entre los dos y el PP madrileño a través "de un primo o un hermano", según el mismo Medina. A pesar de recibir una comisión del 8% y que la Fiscalía argumente que parte de este dinero se haya derivado en el blanqueo de capitales con la compra de un yate, Medina niega cualquier tipo de estafa.
Este jueves, Miquel Iceta ha querido pronunciarse al respecto, y lo ha hecho con una muestra clara de ironía. Cuando ha sido preguntado por el caso de las mascarillas, en castellano, se ha limitado a responder a la palabra marcando un claro espacio entre la primera sílaba y las tres últimas: "Más carillas". Por si no quedaba lo bastante clara la broma, el ministro lo ha aclarado remarcando que se expresaba "con un espacio entre más y carillas". Más allá, se ha apresurado a dirigirse con un tono más serio, exigiendo a todas las administraciones un "máximo esfuerzo de transparencia" con el fin de resolver cualquier duda. Pero también ha cargado contra el Partido Popular por este último caso de corruptelas, y lo ha hecho con un aviso al nuevo líder de los conservadores, Alberto Núñez Feijóo: "Ya sé que intentar aclarar temas de corrupción acabó con el anterior presidente del PP, y espero que eso no impida que el nuevo presidente Feijóo haga un esfuerzo por el bien de todos".
El caso de las mascarillas defectuosas del Ayuntamiento de Madrid que la Fiscalía tilda de corrupción por el pago, por parte del consistorio del alcalde José Luis Martínez Almeida, de más de seis millones de euros a comisionistas abre un nuevo capítulo coincidiendo con las vacaciones de Semana Santa. Uno de los dos comisionistas es famoso en la prensa del corazón. Luis Medina, hijo de Naty Abascal y el difunto duque de Feria, se ha marchado de España tan pronto como conoció la noticia que quedaba imputado por presuntos delitos de blanqueo y estafa. De hecho, en declaraciones en El Confidencial, se refirió sin escrúpulos: "Cobré un millón de euros, pero no es ilegal". Medina manifiesta no estar preocupado por todo, una tranquilidad que sin duda deriva porque económicamente no se verá afectado. El juez que ha abierto la querella planteada por la Fiscalía, asegura que Medina tan solo tiene 247 euros en el banco y pide plantear otras responsabilidades civiles que puedan hacerle "pagar" las responsabilidades que tiene en el caso.
Mascarillas en los espacios culturales
Por otra parte, el ministro también se ha pronunciado sobre las mascarillas, pero no en relación con las comisiones millonarias de Almeida, sino con su uso ahora que se llega al final de la obligatoriedad en interiores. Iceta ha manifestado que no cree que tengan que ser obligatorias en espacios cerrados como por ejemplo el teatro y los cines. "No veo el motivo para mantener la obligatoriedad de las mascarillas en entornos cerrados; en el momento que se levanten para las escuelas se tienen que levantar para todos", ha dicho. En cambio, recuerda que hay otros entornos en los cuales es preferible su presencia, como el transporte público.
Illa carga contra Argimon
Mientras tanto, su compañero de partido y sustituto como primer secretario del PSC, Salvador Illa, también se ha referido a las mascarillas, en su caso para cargar contra el conseller de Salud, Josep Maria Argimon, después de que este haya avanzado el fin de las mascarillas en las escuelas 24 horas. La Generalitat tiene previsto publicar una resolución para flexibilizar el uso de las mascarillas en los centros escolares la noche del 18 al 19 de abril, con el objetivo de que la medida esté en vigor cuando los alumnos catalanes vuelvan a las clases después de las vacaciones de Semana Santa, un día antes de que la mascarilla deje de ser obligatoria en el resto de España.
Para Illa, esta medida no tiene sentido y "disminuye un consenso alcanzado entre el Estado y las comunidades autónomas", de acuerdo con criterios técnicos. "¿Qué problema concreto soluciona avanzar 24 horas la retirada del uso obligatorio de la mascarilla para un colectivo? Es un error. ¿Estoy enfadado? No, estoy decepcionado, que es peor", ha sentenciado el exministro de Sanidad en declaraciones a EFE.