El coronavirus no ha podido tapar otro debate: el de la Corona. Después de meses de continuadas revelaciones, los escándalos del Rey eméritos ya están en el orden del día. Tanto es así que desde La Moncloa se han visto obligados a construir un cortafuego en torno a Felipe VI e incluso Pedro Sánchez ha recuperado la reforma constitucional para limitar la inviolabilidad del monarca. Después de unos días de silencios, el vicepresidente Pablo Iglesias ha salido a la palestra a aplaudir la actitud del presidente español, que ha diferenciado de anteriores secretarios generales y dirigentes del PSOE. Admite que es muy complicado separar los escándalos del rey emérito de la institución de la monarquía.
En un mensaje en las redes sociales este viernes, el vicepresidente segundo del Gobierno ha puesto de relieve el hecho de que Pedro Sánchez se haya posicionado en este debate "sobre la utilidad de la monarquía". Este posicionamiento, en opinión del líder de Podemos, "supone una novedad muy importante" respecto de "la actitud que tradicionalmente han adoptado los líderes del PSOE y los presidentes del Gobierno de España sobre la Corona".
"Con sus palabras, el presidente está señalando una cosa evidente: crece en la sociedad española un debate sobre la utilidad de la monarquía", ha asegurado Pablo Iglesias. En este sentido, ha señalado que "hay que ponerlo de relieve por su valentía y su sentido de Estado". La responsabilidad de Estado "no sólo tiene que mirar al pasado sino también al futuro y el presidente demuestra con su reflexión su compromiso con un futuro mejor para España", ha sostenido. Ha subrayado el hecho de que Felipe VI se haya querido desmarcar, que revela "sensatez por parte del jefe del Estado".
"Nuestra obligación como gobierno siempre tiene que ser escuchar a la sociedad", ha defendido Iglesias en su reflexión en las redes. Ha admitido que "difícilmente" estas demandas sociales se traducirán en cambios a corto plazo, por la correlación de fuerzas que hay hoy. Pero eso no implica "que un gobierno democrático pueda ser ajeno a los debates que preocupan su pueblo". Y ha concluido: "Un pueblo que ya no está dispuesto a tolerar ni ciertos privilegios, ni la corrupción ni la impunidad".