El vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, ha denunciado que la televisión pública española, TVE, haya despedido a los dos encargados del letrero que ayer apareció en el programa La primera hora sobre la marcha de la princesa Leonor a Gales para estudiar bachillerato. En declaraciones a RAC1, Iglesias considera que si "realmente el rey emérito no fuera un huido, ayer no se hubieran ofendido tanto con la comparativa que hicieron por un letrero".
Recordamos que en este letrero se podía leer: 'Leonor se va de España, como su abuelo'. La administradora de RTVE, Rosa María Mateo, comunicó ayer tarde que fulminaban a los dos trabajadores.
E Iglesias ha recriminado la decisión: "Me parece inaceptable que la administradora pública intervenga y eche a dos personas, es un abuso".
Precisamente, sobre la monarquía y sus privilegios Iglesias considera que el papel del candidato del PSC, Salvador Illa es inadecuado: "No entiendo su defensa absurda de los privilegios monárquicos y otras cosas, pero no entraré a navajazos, porque un mínimo de elegancia se tiene que tener".
Huye de la polémica Illa-vacuna
La reiterada aceptación de las discrepancias internas dentro del Gobierno se ha convertido en una anécdota más. Por ejemplo, hoy Iglesias ha admitido que con Pedro Sánchez, la relación que tienen, "no se basa en el buen rollo" porque tienen "formas diferentes de pensar sobre la monarquía y otras cosas". Y centra todos los esfuerzos en entenderse a partir del programa marcado.
Ahora bien, cierra filas con aquellos que se cuestionan los motivos del candidato Illa para no hacerse una prueba contra la Covid-19 en las instalaciones de TV3, previamente para el debate, como sí hicieron el resto de candidatos. Como Iglesias sabe que ha estado, hasta ahora, en el mismo barco que el socialista, le resta importancia: "Con Illa tengo una relación personal excelente y profesionalmente no diré nada porque yo también he estado en esta gestión" de la pandemia.
Y cierra filas sobre si Illa se negó a hacerse el test porque se ha vacunado de la Covid-19: "Ningún miembro del Gobierno se ha vacunado". Por todo ello, en clave electoral, pide un acuerdo con el PSC y las izquierdas y niega ningún tipo de pacto para una investidura con la derecha, venga de donde venga. De hecho, ha lamentado el discurso de la derecha española y admite que "lo está ganando Vox y afecta a toda la normalidad democrática".
También señala a los medios de comunicación que van en la línea de criticarlo: "¿Es normalidad democrática que un rapero [Pablo Hasél] que no tiene ningún tipo de simpatía con nosotros vaya a la prisión por escribir una canción? Y si Ferreras, Vallés, Ana Rosa o Griso se ofenden es que nosotros estamos haciendo bien las cosas".