Los estragos que está provocando el espionaje dentro del gobierno de coalición español, cada vez se hacen mayores. La misma ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, ha sido muy dura con el CNI y ha tildado "de intolerable" el error de seguridad. Y una de las voces, todavía acreditadas por muchos miembros de Unidas-Podemos, es la de su exlíder Pablo Iglesias. Con menos de diez minutos, ha destrozado el argumentario del PSOE desde que se publicó el caso del CatalanGate en el diario The New Yorker, hasta las declaraciones de hoy de Bolaños convocadas con urgencia por La Moncloa.
"No es verosímil"
Iglesias, en declaraciones para Rac1, desgrana los hechos: "Y ahora resulta que sabemos que el presidente español ha sido espiado y por eso se produce un escándalo que se gestiona comunicativamente de la siguiente manera. Primero dicen que en España no se espía nadie, nada que ver con el CatalanGate, así que circulen, circulen, circulen. Después, la ministra de Defensa, responsable del CNI en sede parlamentaria, reconoce que se ha espiado siempre en sede judicial. Y hoy, el ministro de la Presidencia, la mano del presidente del gobierno, convoca un 2 de mayo, una rueda de prensa por decir "fijaos, también se ha espiado al presidente y la ministra", eso no tiene precedentes. Pero para cubrirse un poco, Bolaños dice "pensamos que eso viene de fuera". Eso no es verosímil".
Iglesias, con estos tres momentos cronológicos, concluye que hay que depurar responsabilidades: "Si el espionaje viene de fuera hay un error, la cuarta economía de la Unión Europea, no es capaz de proteger el móvil del presidente español, tendrían que dimitir. Pero la hipótesis verosímil todavía es más grave: que los que han espiado con permiso judicial, también lo han hecho al presidente del gobierno. Que eso se soluciona con una querella... ¿Creen que se puede hacer? Que eso se puede cerrar poniendo en manos de los jueces este tema es tomar a la población por idiota. Estamos ante una situación de gravedad sin precedentes en la historia de nuestra democracia". Cuándo Iglesias admite que viene de fuera, se refiere al CNI.
"Tendrían que dimitir"
Así pues, Iglesias pone el acento en que es imposible sostener que el espionaje venga de fuera, un espionaje simultáneo a dirigentes políticos y sociales del independentismo catalán y vasco y miembros del Gobierno "en un contexto tan obvio de lo que se estaba hablando". Pero el exvicepresidente español de Unidas-Podemos también carga contra la seguridad policial. "Y dando por válida esta hipótesis, que viene de fuera, ha fallado el CNI y han fallado los responsables policiales que ni siquiera han podido proteger la seguridad telefónica del presidente del Gobierno y por lo tanto tendrían que dimitir".
Iglesias, que deja claro que no se cree que el espionaje venga de fuera, también señala al PSOE de haber cometido "el error táctico de reconocer y filtrarlo en la prensa que una parte del Pegasus sí se ha utilizado con autorización judicial del Tribunal Supremo. Por lo tanto, ahora es inverosímil sostener que el CNI espía unos con autorización judicial pero los que no, ya no puede ser el CNI sino otro sujeto".
Más allá de los socialistas, Iglesias lamenta el papel de la derecha y cómo, especialmente la extrema derecha, ha avalado espiar líderes independentistas. La diputada de Vox, Macarena Olona, declaró desde el Congreso de los Diputados el miércoles de la semana pasada, que poco los habían espiado. Y el exlíder de Unidas-Podemos, cierra su reflexión lanzando un pronóstico: "A ver si ahora, en las tertulias de Madrid, el próximo argumento es acusar que detrás de eso hay Putin. Tendrán que explicar el inexplicable. Todo el mundo se tendrá que explicar".