Podemos denuncia que el vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, y la ministra de Igualdad, Irene Montero, han tenido que suspender sus vacaciones en la localidad de Felgueras (Asturias), en el Valle de Lena, después de recibir varias amenazas.
La pareja, junto con sus tres hijos, estaban pasando las vacaciones en casa del secretario general del PCE, Enrique Santiago, hasta que la dirección de su paradero se filtró en las redes sociales, una información que iba acompañada de mensajes que invitaban a pasar a "saludarlos". Eso propició que se desencadenaran protestas delante de la casa donde pasaban las vacaciones. Además, en medio de la carretera y cerca de este domicilio han aparecido pintadas como "Coletas Rata". Por todo eso, los líderes de Podemos han decidido volver a su residencia de Madrid para la "seguridad" de sus hijos.
Mensajes de apoyo
En seguida, las redes sociales se han llenado de mensajes de apoyo de otros miembros de la formación morada o simpatizantes. Uno de los primeros en hacerlo ha sido el propietario de la casa, que ha asegurado que el sábado ya advirtió a la prensa que no publicaran la dirección donde se encontraban el vicepresidente y la ministra. "Acosando la casa donde estaba una familia con menores abrían el paso al acoso de la extrema derecha. Así ha sido", ha dicho Santiago, que ha añadido que los ultras "supuran odio".
"El acoso de la extrema derecha a Pablo Iglesias, Irene Montero y sus tres hijos es inadmisible en una democracia. Dice mucho, y nada bueno, de la derecha extrema española y de su política de odio", ha asegurado el ministro de Consumo, Alberto Gallardón, en su Twitter.
El apoyo también les ha llegado del portavoz de Podemos en el Congreso de los Diputados, Pablo Echenique. "El acoso fascista tiene el mismo objetivo que los juicios fake, las cloacas y las tertulias difamatorias: agotarnos como humanos para destruir un proyecto", ha señalado Echenique.
De momento, los afectados, es decir, Iglesias y Montero, no se han pronunciado en sus redes sociales al respecto.