El vicepresidente español, Pablo Iglesias, ha intentado defenderse ante su posible imputación, y ha denunciado hoy miércoles la existencia de "poderes ocultos" en España, que quieren volverla al pasado. Las palabras de Iglesias se han interpretado como una crítica al denominado deep state.
Iglesias ha añadido que la modernización de España "tendrá delante a los que siempre han estado en contra", que son en su opinión una parte "muy importante de la derecha" y estos "poderes ocultos".
"Quiero decirles que este gobierno asumirá las tareas históricas que le han tocado, aunque solo sea, como decía un personaje de Valle Inclán en La corte de los milagros, por decoro," ha asegurado el también ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030 durante su intervención en la presentación del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Economía Española.
El vicepresidente ha hecho estas declaraciones el día que el juez del caso Villarejo, Manuel García-Castellón, ha elevado la exposición razonada al Tribunal Supremo para que se investigue a Iglesias, en relación con el caso por descubrimiento o revelación de secretos con la agravante de género, daños informáticos, y acusación o denuncia falsa y/o simulación de delito.
Iglesias, que no ha evitado referirse explícitamente a este asunto, ha señalado que ningún Gobierno como el actual se ha situado ante un reto como el que supone la gestión de los fondos europeos, y ha aprovechado para pedir una regeneración empresarial. "Los fondos europeos tienen que significar también una renovación de las élites empresariales en España", ha comentado Iglesias, que ha apostado para que "nuevos emprendedores" asuman el liderazgo empresarial, con "sectores más dinámicos capaces de generar más valor añadido".
Iglesias, que ha añadido que la corrupción tiene una base económica, ha propuesto que la diversificación económica se concrete en generar alternativas económicas más allá de Madrid, en la denominada España vaciada y en otras autonomías, para vertebrar el territorio también en la estructura económica.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha apoyado a Iglesias, después de que el juez del caso Villarejo, Manuel García-Castellón, haya pedido al Tribunal Supremo que le investigue por varios delitos, entre ellos denuncia falsa, en el caso Dina.