Las dos partes tratan públicamente de normalizar y minimizar sus diferencias, pero cada vez son más evidentes y notorias. Y en ámbitos muy diversos. Desde las protestas contra Hasél hasta la regulación de los precios del alquiler. El Gobierno de coalición avanza como puede. A pesar de todo, el vicepresidente segundo Pablo Iglesias defiende que las cosas están saliendo lo bastante bien. Ahora bien, el líder de Podemos también admite que "a lo mejor llega un momento que tenemos que hacer una reflexión y dice 'hasta aquí hemos llegado'".
El dirigente morado ha concedido una entrevista al canal Furor TV de la plataforma Twich, donde ha sido preguntado por las tensiones al gobierno central. "Cuando asumes que formarás parte de un gobierno con el PSOE, sabes que no será un camino de rosas", ha admitido el vicepresidente segundo del Gobierno. En este sentido, ha añadido: "Habrá cosas que hagamos mal, y quizás llega un momento que tenemos que hacer una reflexión y decir hasta aquí hemos llegado, pero de momento creo que estamos consiguiendo mucho".
Iglesias ha quitado hierro a su relación con el presidente Pedro Sánchez, aunque es "buena y cordial", porque "lo fundamental es la correlación de fuerzas y que hay un acuerdo de gobierno". Justamente porque hay este acuerdo de gobierno son tan "cabezones". Y ha insistido en esta idea: "La relación se fundamenta en lo que hemos firmado. Nosotros no estamos en el gobierno porque el PSOE esté encantado, sino porque nos lo hemos ganado con tres millones de votos".
El líder de Podemos también se ha referido a una de las tensiones, la que provoca la ley trans, que enfrenta a la ministra Irene Montero y la vicepresidenta Carmen Calvo. Y ha sido claro y nítido: "Tiene que salir porque es un compromiso. En este país se ha hecho mucho daño a las personas trans. Es un compromiso firmado. Costará, porque habrá resistencias, pero lo sacaremos adelante".
El otro ministro con quien hay fuertes discrepancias es con José Luis Ábalos para la ley de vivienda. Paradójicamente, sin embargo, Pablo Iglesias se ha deshecho en elogios, asegurando que "es la persona del PSOE del gobierno a quien ha cogido más cariño, a pesar de las diferencias políticas." Lo ha descrito como "buena gente" y un "tipo honesto".
Reunión fallida
Una cosa es lo que Pedro Sánchez y Pablo Iglesias hayan querido expresar públicamente: que las discrepancias son normales y que el balance de la coalición es satisfactorio. Otra muy distinta, sin embargo, es lo que pasa dentro de los despachos. Ahora el principal punto de fricción es el acuerdo incumplido para la regulación de los alquileres (contemplado tanto al programa de gobierno como el acuerdo de presupuestos), incumplido por la reticencia de los socialistas. Ayer se produjo una nueva reunión, que no sirvió para mucho, según denuncian fuentes de Unidas Podemos. Estas fuentes lamentaron y criticaron el inmovilismo del PSOE.