Las amenazas de muerte a miembros del Gobierno de coalición y altos cargos públicos han supuesto un punto de inflexión en la campaña madrileña. Primero fueron el ministro Fernando Grande-Marlaska, el exvicepresidente y candidato Pablo Iglesias y la directora de la Guardia Civil, María Gámez, que recibieron cartas con balas en el interior. Este lunes fue la ministra de Indústria, Reyes Maroto, quien recibió también una navaja ensangrentada, presuntamente enviada por una persona diagnosticada de esquizofrenia. En este contexto electoral atípico, el mismo Iglesias hoy ha vuelto a señalar a la Casa Real, esta vez para "no condenar la violencia fascista".
Lo ha hecho en un acto en Getafe este martes al mediodía, donde el candidato de Unidas Podemos se ha preguntado: "Cómo es posible que con amenazas de muerte reales y verificadas por el Ministerio del Interior no se haya producido todavía ni una sola palabra de la Casa Real condenando la violencia fascista". En este sentido, ha vinculado a Vox con la monarquía: "Si alguien tiene alguna duda de que el fascismo es el rostro del poder cuando la democracia avanza, preguntaos cuál es el partido más monárquico de España. El que desprecia la democracia y las conquistas de la gente trabajadora".
Pablo Iglesias ha aprovechado para reflexionar sobre el fascismo justamente, como "un mecanismo político del poder" para frenar avances. Y ha puesto ejemplos: "En el país donde los raperos van a la cárcel por decir que los Borbones son unos ladrones o que los titiriteros acabaron en la cárcel, demuestra que sus mentiras son impunes. Así funciona el mecanismo del fascismo".
Ante las "provocaciones, insultos y violencia" de la extrema derecha de Vox, el líder de Podemos ha defendido que los trabajadores "tienen que demostrar que son la fuerza del orden, de la ley, de la democracia, porque la gente trabajadora representa el orden ante el caos y necesita las leyes contra los poderosos".
Respuesta de Moncloa
El Gobierno también ha dado respuesta a las amenazas. Quien ha puesto voz, desde la sala de prensa de la Moncloa, ha sido la ministra portavoz María Jesús Montero, que ha querido enviar un "mensaje firme y contundente". Por este motivo ha querido dejar claro que "ninguna amenaza, ningún acto de violencia, ninguna intimidación contra responsables públicos conseguirán debilitar las profundas convicciones democráticas que conforman este gobierno". La dirigente socialista ha subrayado la gravedad de los hechos, y en este sentido ha reclamado una "condena unánime" por parte de todo el mundo, de todos los actores políticos y sociales, "sin ningún tipo de excusa ni de matiz". Ha insistido en que hace falta "la condena de todos los demócratas". Ha reclamado a Isabel Díaz Ayuso un cordón sanitario en Vox.