Totalmente desatado. Antes de empezar su presentación en una repleta Llibreria Altaïr de su título 'Verdades en la cara' (Editorial Navona), como previa, Pablo Iglesias avisaba: "Últimamente, no me callo nada". De hecho, el acto ha empezado con una reflexión suya sobre unas declaraciones que "le han molestado mucho". Se trata de la enésima disputa que han protagonizado este viernes la ministra de Derechos Sociales y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, con la titular del Ministerio de Defensa, Margarita Robles. El exvicepresidente segundo del Gobierno se ha enfurecido con las afirmaciones de la ministra de Defensa: "Ha hecho mofa de lo que ha dicho Ione Belarra. Yo quiero dirigirme a Robles: convenza a sus subordinados de que dejen de espiar sin autorización judicial a sus rivales políticos —en referencia al CatalanGate— y, si no lo están haciendo, explíquelo usted y depure el aparato del Estado de elementos contrarios a las leyes y a la democracia".
Iglesias ha proseguido su crítica y ha sentenciado: "Si usted —en alusión a Robles— no es capaz de hacerlo, váyase a casa o al Partido Popular, donde seguro que será bienvenida". Después de esta crítica contra la ministra de Defensa, Pablo Iglesias ha soltado un "qué bien se vive cuando una persona puede decir lo que quiere". Esta controversia se produce por el hecho de que Belarra ha defendido nuevamente que la apuesta ante la guerra de Ucrania es la vía diplomática. Poco rato después, Robles ha ironizado con el planteamiento de la ministra de Derechos Sociales y ha declarado: "Ojalá la señora Belarra convenza a Putin para que pare esta masacre".
"Regresión democrática sin precedentes"
Pablo Iglesias ha presentado este viernes su libro, una obra que realmente ha editado el periodista de ElDiario.es, Aitor Riveiro. De hecho, el título es fruto de unas diez sesiones de entre dos y tres horas cada una entre Iglesias y Riveiro, donde el periodista le hacía preguntas con las cuales pudo repasar sus siete años en la política. Según el exsecretario general de Podemos, se acordó así porque es un libro que él "no quería hacer", pero ha detallado que Jaume Roures y Ernest Folch (director de la Editorial Navona) lo convencieron que había que explicar el "acoso" que vivió en su casa durante muchos meses. "Era una cosa que se tenía que explicar para intentar que no vuelva a pasar". A la presentación, que ha moderado el periodista y presentador de 'El mundo en RAC1', Jordi Basté, ha asistido la plana mayor de En Comú Podem: Jéssica Albiach, Gerardo Pisarello, Jaume Asens o Aina Vidal, entre otros.
Sobre el CatalanGate, Iglesias se ha vuelto a pronunciar cuando ha explicado que este viernes ha coincidido en el tren con Pere Aragonès, president de la Generalitat, que volvía de Madrid. "Es un escándalo, es una locura que haya sistemas informáticos que sólo pueden comprar los estados para espiar a rivales políticos. Pueden tener imágenes de su intimidad, de sus familias. Es grave que se diga que los independentistas son exagerados y que lo aprovechan políticamente", ha remachado. Para el exvicepresidente segundo del ejecutivo estatal, todo evidencia que estamos en un momento de "regresión democrática sin precedentes" y que el mensaje del "aparato del Estado" es muy claro: "Si usted quiere hacer política, determinadas cosas no las puede plantear. Eso nos ha pasado a Podemos y a los independentistas". Pablo Iglesias sostiene que "hay un mecanismo político mafioso según el cual, si eres de Podemos, van a por ti; y hay que dar la vuelta a eso".
El exlíder de la formación lila ha explicado que, en el libro, reflexiona sobre las "diferentes formas que hay para hacer política: en las instituciones; en los sindicatos, plataformas; o en los medios". Sobre esta tesis que él defiende, Pablo Iglesias cree que "cada uno de los ámbitos tiene normas diferentes, códigos diferentes". En esta línea, considera que "los medios que crean mentiras se empoderan porque hay barra libre de 'fake news', que son un mecanismo político e ideológico, y sirven para confirmar una certeza ideológica, porque supone el placer de escuchar una supuesta información que corrobora lo que uno piensa, y no les pasa absolutamente nada". "Son sectores que no aceptan que en España haya un gobierno de coalición o que en Catalunya puedan gobernar las fuerzas independentistas, y usan las 'fake news' para hacer política", ha precisado Iglesias que, según su opinión, eso contribuye a un "destrozo de la democracia porque, además, hay determinadas personas a las cuales no se puede tocar, como Florentino, Ferreras o la monarquía".
"No me perdonarán que pactáramos con ERC y Bildu los presupuestos"
Preguntado sobre si pensó en algún momento en dejarlo, el que fue vicepresidente segundo del gobierno de coalición presidido por Pedro Sánchez ha asegurado que sí. Para él, que el acoso ya llegara a su familia fue "muy duro", pero ha defendido que siguió por "conciencia política, porque estamos cambiando las cosas; y también por orgullo, no podía regalar a los ultras el momento de dejarlo para que me insultaran". También fue un punto de inflexión para él el hecho de que, un día, Pedro Sánchez le revelara a Iglesias que "le habían dicho que iban a por él". Con Sánchez, confiesa, tuvieron una conversación muy tensa en medio de las negociaciones para aprobar los Presupuestos Generales del Estado de 2021. "El PSOE quería sumar a Cs a las cuentas para depender menos de los independentistas, pero yo defendía que había que sumar con ERC y Bildu". En un momento dado, Isa Serra, entonces portavoz del partido lila, amenazó con no apoyar los presupuestos si se pactaba con los naranjas.
"Hubo un momento clave el verano de 2020: a nosotros nos interesaba crear un bloque de izquierdas, con ERC y Bildu, con el fin de convertirlos en los únicos socios posibles con los cuales el PSOE llegara a acuerdos. No era un problema sólo de Unidas Podemos, sino de una alianza de reforma del Estado. Queríamos sumar los independentistas catalanes y vascos a la dirección del Estado, era mi obsesión política, porque es la única vía democrática que hay para reformarlo". La otra opción, la otra vía, la encarnan PP y Vox, según Pablo Iglesias: "Esta sería una catástrofe, tienen mucha fuerza dentro del aparato del Estado y la judicatura, y no descartaría que materializaran una recuperación de las competencias autonómicas e ilegalizaran partidos". ERC y Bildu acabaron dando apoyo a aquellas cuentas e Iglesias tuvo claro que eso no "se lo perdonarían nunca". Es en aquel momento, ha destacado, cuando tuvo claro que su relevo tenía que ser Yolanda Díaz: "Le dije que tenía que ser ella, en política hay que estar en el lugar que corresponde".
"Yolanda Díaz puede ser presidenta"
En relación con Yolanda Díaz, el exsecretario general de Podemos ha querido subrayar que "su liderazgo es mejor que el de Julio Anguita o el mío, ella puede ser la próxima presidenta del Gobierno" y ha emplazado los suyos a no cometer los mismos errores que durante su periodo al frente de la formación: "Lo peor que puede hacer la izquierda es pelearse entre ellos. Afortunadamente, las compañeras que hay ahora al frente tienen la madurez suficiente como para saber que se pueden tener todos los debates, pero que hay que ser una piña". Ahora, la amenaza que él ve es que "se intentará construir un relato de buenosy malos, intentarán dividir el espacio y, alerta: cuando una cosa se rompe, rota ya no sirve para nada".
Nuevamente, Iglesias ha vuelto a sacar pecho de su "liberación": "La razón por la cual me marché es porque no quiero crear ningún problema, no hablo en nombre de Podemos o de Unidas Podemos, yo ahora puedo decir lo que pienso". Paradójicamente, opina que sus compañeros de militancia y, particularmente, "las que tienen responsabilidades políticas, no pueden ni tienen que decir todo lo que quieran". "He tenido que decir a alguna compañera que no se les ocurra defenderme, lo que yo digo es a título individual", ha presumido. En la presentación del libro, Pablo Iglesias se ha mostrado como una persona feliz de encontrarse fuera de la institucionalidad y se le ve relajado, cómodo y feliz desde su nueva posición como articulista en varios medios de comunicación y como presentador del podcast 'La Base'. Él mismo lo confiesa. Por último, ha cerrado el acto con una propuesta: "Habrá que convencer a algún productor de cine para hacer una serie documental que explique la guerra sucia que hemos sufrido".