Pablo Iglesias ha anunciado que deja la política en su comparecencia después del batacazo que ha sufrido su candidatura en las elecciones de la Comunidad de Madrid.

"Es evidente que no contribuyo a sumar, no contribuyo a que nuestra fuerza siga creciendo y consolidándose", ha dicho acusando a la extrema derecha de haberlo convertido en un chivo expiatorio. Iglesias ha reiterado su confianza en la ministra de Trabajo​, Yolanda Díaz, para relevarlo al frente del partido y ha vaticinado que puede ser la próxima presidenta del Gobierno.

Iglesias ha reconocido y lamentado la victoria de Ayuso y de la derecha y ha afirmado que es una mala noticia para los servicios públicos madrileños. También ha vaticinado que "los problemas territoriales" y la deslealtad entre instituciones aumentarán. "Nunca Madrid había sido tan diferente a otros territorios de España", ha apuntado.

 

Por otra parte, Iglesias ha reconocido la derrota de las izquierdas, aunque sin entrar en hacer mucha autocrítica. Sólo ha constatado la pérdida de escaños del PSOE y ha felicitado a Más Madrid por su resultado (se ha convertido en segunda fuerza) pero ha recordado que nada de eso servirá para impedir que Ayuso vuelva a ser presidenta de Madrid. "Aunque hemos mejorado respecto de hace dos años, el resultado sigue siendo insuficiente. Los datos de participación son altísimos, pero no se han traducido en lo que buscábamos", ha admitido.

La aventura que ha terminado en tragedia

Este trágico final ha llegado después de que Iglesias dejara de ser vicepresidente del Gobierno para ser candidato a las elecciones madrileñas, hecho que supuso una auténtica bomba. Durante unos días pareció que sería el único candidato con la suficiente fuerza (y épica) para disputar de tú a tú la victoria a la todopoderosa Isabel Díaz Ayuso. Llegada la hora de la verdad, la operación ha acabado en un auténtico pinchazo.

Y es que el movimiento de Iglesias no ha impedido que Ayuso ganara, ni que PP y Vox sumen, ni que Podemos siga siendo el último de los partidos con representación a la Asamblea de Madrid. El único punto positivo, si es que así se puede considerar, es que los diputados morados ahora serán 10, frente a los siete que obtuvieron a los comicios del 2019. O lo que es lo mismo, 40.000 votos más.

Día duro para Iglesias, que para acabar de rematarlo ha visto como un grupo de mariachis con guitarras y trompetas se han presentado en la sede del partido al grito de "canta y no llores". La acción ha sido impulsada por un grupo de usuarios de Forocoches, que ya lo habían hecho en las elecciones españolas del 2019 con el porrazo de Ciudadanos.

 

Imagen principal: Pablo Iglesias ha anunciado que deja la política en su comparecencia después del porrazo que ha sufrido su candidatura a las elecciones de la Comunidad de Madrid / Efe