Los nacionalistas gallegos se han levantado en contra de la Fundación Francisco Franco y han pedido su ilegalización. Así lo han expresado a través de la Comisión para la Recuperación de la Memoria Histórica de A Coruña, una organización que trabaja por la recuperación del pasado y por el reconocimiento de las víctimas de la dictadura. La Comisión ha pedido la ilegalización de la fundación profranquista al gobierno español bajo la premisa que hay que frenar la continua e impune apología del franquismo".
La petición, que ha sido enviada al gobierno español, llega justo después de la cesión de la gestión de las visitas del público al Pazo de Meirás, que es propiedad de la familia del dictador y Bien de Interés Cultural. Hasta hace dos meses, las visitas dependían directamente del gobierno gallego.
La Comisión ha pedido la ilegalización de la fundación franquista en base a las leyes democráticas que permiten llevar a cabo esta acción como es ahora la Ley de fundaciones o aquello que el Código Penal con respecto a delitos de odio.
En defensa del PP
Los problemas relativos a la gestión del Pazo de Meirás, muy criticada por la oposición gallega, levantaron polvareda en la Fundación Francisco Franco. La organización fascista respondió las críticas con un comunicado, en el que señalaba que el objetivo de la izquierda de Galicia no eran los franquistas, sino los políticos populares. "El objetivo de la izquierda no es ni la Fundación Francisco Franco ni el Pazo de Meirás, sino desgastar el PP".
"El Pazo de Meirás es la residencia no oficial más importante en que vivió Francisco Franco y está lleno de recuerdos de su vida y de su obra. El Pazo es hoy uno de los lugares emblemáticos de Galicia y sobre él recae parte de la gloria de quien lo habitó, probablemente el español de mayor relevancia mundial desde Felipe II", pedía la fundación en una clara ostentación del pasado franquista y del legado del dictador.
Ante estas palabras, la Comisión se ha vuelto y ha asegurado que la fundación profranquista es de "carácter fascista" y, es más, lo acusa de mantener "las mentiras del relato totalitario del golpe de estado de 1936" y "despreciar a las víctimas del franquismo y toda la tradición democrática".
La gestión del Pazo
Hace dos meses, la Xunta de Galicia —gobernada por el popular Alberto Núñez Feijóo— pasó la gestión de las visitas del Pazo a la familia Franco. ¿Cómo puede ser? Se ve que el gobierno gallego abrió un expediente a la familia después de impedir durante semanas que se pudiera contactar por teléfono con el inmueble. El ejecutivo amenazó con poner una multa de 6.000 euros a la familia si seguía haciendo caso omiso a las advertencias.
La familia Franco, representada por la asociación que lleva el nombre del dictador, se ha dedicado todo este tiempo a hacer apología de la dictadura con diferentes actos, en vez de recibir visitas. El problema es que la ley no prevé que los propietarios tengan que abrir el espacio en caso de que el bien de interés cultural sea de titularidad privada.
En las últimas semanas, los problemas con la gestión del Pazo habían despertado las críticas de varios sectores de la política gallega, entre los cuales se encuentra el Bloque Nacionalista Gallego (BNG) y En Marea, donde se integra Podemos.