El president de la Generalitat, Salvador Illa, ha convocado a los representantes del mundo económico y empresarial catalán este viernes en el paraninfo de la Escola Industrial de Barcelona para comunicarles sus propuestas en materia económica. Y lo ha hecho también con economía de tiempo. A pesar de empezar con retraso, la intervención del president, bajo el título Catalunya lidera. Un modelo económico de prosperidad compartida, se ha comprimido en menos de media hora durante la cual ha comunicado que su gobierno tiene intención de movilizar 18.500 millones de euros en cinco años, entre el 2025 y en el 2030, para invertir en sectores estratégicos.
A pesar de no entrar en demasiadas concreciones más allá de asegurar que habrá 200 actuaciones, sí ha explicado que estos 18.500 millones se invertirán en cinco ejes que ha enumerado como infraestructuras, modernización productiva, conocimiento e innovación, buen gobierno e igualdad de oportunidades. Ha asegurado que se trata de "la movilización de recursos públicos mayor desde el año 2010" y que 13.700 millones provendrán de la Generalitat y 4.800, a través de créditos del Instituto Catalán de Finanzas.
Romper cuellos de botella
Las primeras filas del acto estaban ocupadas por el president José Montilla, todos los consellers del Govern así como la plana mayor del PSC, con la viceprimera secretaria y presidenta de la Diputación, Lluïsa Moret, al frente. Entre el público estaba el presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre; conseller delegat de CriteriaCaixa, Ángel Simón; el presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu; el secretario general de CCOO de Catalunya, Javier Pacheco, o el presidente de AENA, Maurici Lucena, entre otros.
Ante de este auditorio esencialmente económico, el president ha asegurado que su gobierno tendrá el objetivo de que Catalunya lidere la economía española y sea puntera en Europa en el horizonte de diez años y, si es posible, en cinco. "Romper los cuellos de botella, romper los nudos, para ser la región más próspera de España, con humildad, pero con determinación," ha asegurado, sin olvidar el habitual mensaje dirigido al resto del Estado para reclamar que "nadie en España tenga miedo de que Catalunya despliegue su potencial".
Retorno de las empresas
No obstante, ha admitido que la economía catalana, a pesar de estar abierta al resto de España, tiene que mantenerse arraigada al territorio, al país, "con alma". En este punto se ha referido al retorno de las empresas catalanas que se marcharon a consecuencia del procés independentista, y ha insistido en que no pide ni ha pedido este retorno, pero que lo agradece "sinceramente".
La conferencia, convocada a las 10 de la mañana, se ha puesto en marcha con 12 minutos de retraso. El president ha explicado que después de los sus primeros seis meses al frente del Govern y después de recorrer el territorio ve empuje y energía en el país, pero también la necesidad de asegurar que nadie queda atrás, apostar por la igualdad, la necesidad de reducir la pobreza infantil, hacer frente al envejecimiento de la sociedad... En este punto, ha hecho una referencia a la movilización que a aquella misma hora se estaba produciendo a las puertas de la casa Orsola en Barcelona i ha admitido que las dificultades de acceso a la vivienda se han convertido en uno de los principales factores de desigualdad.
Illa ha hablado de descarbonización, de política industrial moderna, de apuesta en investigació, de aumento del poder adquisitivo de las familias trabajadoras y de cohesionar el territorio como objetivos del plan que hoy ha expuesto, y que ha sintetizado en cinco bloques: Infraestructuras para garantizar suficiencia hídrica, energía segura o mejores conexiones; modernización productiva con atracción de inversiones; conocimiento y innovación, con las universidades como motor de crecimiento; igualdad de oportunidades con políticas públicas reforzadas; y buen gobierno, simplificando la administración pública y modernizarla con la incorporación de inteligencia artificial.
Para hacer eso posible ha enumerado tres pilares que ha situado en la necesidad de instituciones eficientes para garantizar el desarrollo, la economía como generador de prosperidad, y las personas para generar prosperidad compartida "de verdad" en una sociedad que mantiene un 24% de tasa de desigualdad. "La respuesta a la crisis del 2008 sometió a los ciudadanos a sacrificios injustos, socialmente innecesarios y políticamente peligrosos, porque pusieron en riesgo nuestro estado del bienestar", ha remachado.
Illa, que ha tenido que esquivar a lo largo de su conferencia una persistente alarma que ha insistido en perforar su discurso en repetidas ocasiones, ha recordado que hoy hacía exactamente cinco años que, cuándo ocupaba el ministerio de Sanidad, se le comunicó el primer caso de Covid en España. "Supimos responder bien, juntos, con confianza, haciendo frente a las dificultades", ha evocado antes de concluir asegurando que este es la actitud que pide para impulsar la economía catalana.