El president de la Generalitat, Salvador Illa, ha concluido ante los datos que se hicieron públicos este miércoles sobre la caída de hablantes habituales de catalán que "hay partido". Ha admitido que son datos que hay que mejorar y que todo el mundo se ha de sentir interpelado, pero ha asegurado que el Govern reforzará todas las políticas de aprendizaje y uso de la lengua, como el plan de choque para reforzar la enseñanza, acordado con ERC. En el segundo día del viaje oficial a Bruselas, Illa se ha reunido con el presidente del Consejo Europeo, António Costa, con quien ha abordado las conversaciones sobre la oficialidad del catalán en la UE. Según Illa, el presidente del Consejo ha mostrado una "actitud receptiva y lógicamente prudente porque es un asunto que no es nada sencillo".
La encuesta de usos lingüísticos en Catalunya que se hizo pública el miércoles, ha revelado que los últimos ocho años el número de hablantes habituales del catalán ha caído 13,4 puntos y se ha situado en un 32,6%. El president se ha remitido a las valoraciones que el conseller de Política Lingüística, Francesc Xavier Vila, que es desde el 2021 el responsable del Govern en esta cuestión, y ha asegurado que junto con el plan de choque para reforzar la enseñanza del catalán, habrá más medidas y que la voluntad del ejecutivo es "hacerlo con el máximo consenso posible, entre todas fuerzas políticas, que son muy mayoritarias en el Parlament, que consideran que hay que trabajar para reforzar el uso de la lengua". "El resumen es que hay partido", ha asegurado.
Sentencia inmersión
No obstante, no ha avanzado cuál será la respuesta del Govern ante la sentencia —inminente, según algunas fuentes— del Tribunal Constitucional sobre la inmersión lingüística en las escuelas catalanas. En este punto, se ha limitado a asegurar que, "respetando el marco jurídico", el Govern tiene muy clara la política que tiene que hacer de fomento del catalán y mejorar los recursos dedicados el aprendizaje. "Mantendremos esta política dentro del marco legal vigente", ha asegurado.
Durante un contacto con periodistas a las puertas del Consejo Europeo después de reunirse con Costa, se le ha recordado que el impulso de la oficialidad del catalán en la UE hace meses que no avanza, dado que hace un año que no se habla del tema en el Consejo, ni se ha informado de avances de los grupos de trabajo ni de los informes reclamados a España. A pesar de ello, Illa ha insistido que "lo importante es que las cosas salgan, tan pronto como sea posible, pero que salgan"; y ha explicado que el catalán ha sido uno de los temas que ha ocupado su conversación con Costa, durante la cual el president ha advertido que otorgar la oficialidad a las tres lenguas cooficiales de España, que representan a 20 millones de hablantes, es "una cuestión de justicia lingüística".
Ha asegurado que había constatado en primera persona los avances que se están produciendo y que "desde el realismo" es optimista, y que la presidencia polaca tiene este tema encima de la mesa y lo incluirá en una de las reuniones de este mes de septiembre.
SMI en Catalunya
Illa ha sido interrogado también sobre el incremento del Salario Mínimo Interprofesional y la petición de Junts para que se tenga en cuenta la realidad económica de Catalunya y que el aumento sea superior que en el resto del Estado, a la cual se ha sumado Bildu reclamando que se tenga en cuenta la realidad económica de Euskadi. El president ha intentado esquivar la pregunta, recordando que nunca se había subido tanto el SMI como ahora que gobierna al PSOE y añadiendo que si entra en los márgenes para tributar, tiene que tributar, "porque el SMI no es caridad, es justicia social".
A pesar de todo, y ante la insistencia sobre su opinión de si sería necesario que en territorios como Catalunya y Euskadi el SMI tenga en cuenta el superior coste de la vida que tienen que hacer frente los ciudadanos, ha concluido que le "parece bien que se suba en los términos que está subiendo en España".
Juicio a Lluís Puig
Illa ha replicado también a las acusaciones de Junts sobre el silencio del Govern en relación con el de juicio contra el conseller Lluís Puig por el caso de las obras de Sixena. El president ha mostrado el deseo de que le vaya bien y ha rechazado que se mantenga pasivo en esta cuestión. "Todo lo que digo lo hago, pero no todo lo que hago lo digo", ha remachado.
Por el contrario, el president ha evitado polemizar con Junts, que lo ha acusado de tener con Aliança Catalana una estrategia irresponsable, similar a la que desplegó el presidente francés François Mitterrand, que a finales del 80 dio visibilidad al Frente Nacional de Jean-Marie Le Pen para erosionar la derecha de Jacques Chirac. "Respeto todas las opiniones, mi política es muy clara y transparente. Es de línea roja con discursos odio. Con discursos de odio no tenemos nada que decir", ha remachado.
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Comité de Regiones
A primera hora de la tarde, el president ha mantenido una reunión de trabajo con la vicepresidenta de la Comisión Europea y excompañera de Illa en el gobierno de Pedro Sánchez, Teresa Ribera, en el que ha sido su primer contacto político con la actual Comisión.
Antes de regresar a Barcelona, el president ha participado en el plenario del Comité de Regiones, donde ha reclamado "ambición" en el nuevo marco financiero de la Unión y ha defendido la necesidad de preservar la política de cohesión y evitar una centralización. "Preservar el papel de las regiones es preservar un modelo de construcción europea más cercano a la ciudadanía y mucho más eficaz", ha advertido en su intervención, de un minuto como el resto de presidentes y alcaldes que han participado en el plenario.