El president de la Generalitat, Salvador Illa, ha enmarcado en la absoluta normalidad su presencia este sábado en el desfile militar del 12-O en Madrid. En una conversación informal con periodistas en el Palacio Real, ha insistido en que "Catalunya viene a mejorar España" desde que el PSC ha vuelto a gobernar. El socialista catalán ha defendido el "respeto institucional" en una "España plural y diversa" cuando ha sido preguntado por los medios de comunicación sobre su paso en este 12 de octubre por la capital española. Después de haber hablado con presidentes autonómicos como el andaluz Juanma Moreno sobre la financiación singular para Catalunya, Salvador Illa se ha negado a dar detalles sobre sus "conversaciones privadas". "No vengo un día como hoy a Madrid a hablar de ciertas cosas", ha manifestado, aparte de añadir, sin embargo, que de momento no ha visto "a nadie defender el actual sistema de financiación". Ha añadido también que el modelo pactado entre socialistas y republicanos a cambio de su investidura "no es insolidario".
"A mí nadie me ha pedido que seamos insolidarios con el resto de España; no entro en ruidos y provocaciones", ha rematado Illa. Preguntado sobre los detalles de la implementación de esta financiación, el presidente catalán se ha mostrado convencido de que "se podrá cumplir el calendario" fijado en el acuerdo. "La idea es cumplir los plazos que hemos marcado", ha dicho. También ha dejado en el aire si tiene pensado reunirse con Carles Puigdemont. Y ha afirmado que de momento no tiene ningún calendario para la ronda de reuniones con sus homólogos del resto de comunidades autónomas que anunció el pasado septiembre.
Por otra parte, ha reconocido estar "decepcionado" con José Luis Ábalos, después de que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil le haya situado en el epicentro de la trama del caso Koldo. Se ha pronunciado sobre este mismo tema en otra conversación informal Pedro Sánchez. El presidente del Gobierno ha opinado que "por desgracia, siempre surgen casos de corrupción, pero la diferencia es siempre la manera como se responde". El máximo líder socialista ha sacado pecho de haber actuado con "transparencia y rapidez", aunque este viernes él mismo ya se contradijo con el relato que había mantenido hasta ahora en el asunto Delcy Rodríguez. Como hizo en la rueda de prensa de este viernes en el Vaticano, el jefe del ejecutivo español ha recordado que su partido expulsó rápidamente a Ábalos de la formación y que también se le reclamó el acta de diputado a quien había sido años atrás su hombre de confianza.
Sánchez confía aguantar durante la legislatura y anuncia una renovación profunda del PSOE
Por otra parte, ha anunciado que está confeccionando una renovación en profundidad del PSOE. Habrá "nuevas personas y nuevos discursos" a partir del congreso que el partido celebrará en Sevilla el último fin de semana del mes de noviembre. La intención del presidente del Gobierno, según ha explicado este sábado en conversación informal con periodistas, es hacer una restauración de su partido que le permita agotar la actual legislatura y permanecer en la Moncloa un mandato más. "Será importante para plantearnos un horizonte dentro de ocho años", ha explicado. Y eso comportará "hacer propuestas que retroalimentan el discurso y la acción del gobierno". Ha dado por hecha la sustitución en el ejecutivo de la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, cuando pase a ser comisaria en Europa, y no se ha querido mojar sobre si habrá todavía más cambios dentro del Consejo de Ministros.
Sobre el recorrido de la legislatura y las dificultades que atraviesa su ejecutivo para sacar adelante medidas en el Congreso de los Diputados, Sánchez ha asegurado que, de momento, ha ganado "todas las batallas políticas grandes" que se han celebrado desde el pasado 23-J. Obviando los presupuestos, ha puesto sobre la mesa la ley de amnistía y la renovación del Consejo General del Poder Judicial; y ha celebrado la buena situación económica que atraviesa España. A pesar de todo, y preguntado expresamente por Carles Puigdemont, ha admitido que "la aritmética parlamentaria es la que es". Ha vuelto a reconocer que su ejecutivo no presentará los presupuestos hasta que Junts per Catalunya y Esquerra Republicana no celebren sus respectivos congresos en octubre y en noviembre.