A primera hora de la mañana, justo antes de que empezara la sesión de control al Govern, el líder del PSC, Salvador Illa, ha pedido al president de la Generalitat, Pere Aragonès, una "reunión urgente" para "trabajar en un proyecto de presupuestos de país, no de bloque". Illa lo ha pedido en una rueda de prensa desde el Parlament, en la cual ha calificado de "hecho muy relevante" la enmienda a la totalidad que la CUP anunció ayer.
Illa ha constatado que pronto hará medio año que Aragonès fue investido con los votos de los anticapitalistas y desde entonces, según ha dicho, no ha habido "estabilidad parlamentaria". Para Illa, la enmienda de los cupaires "no deja ninguna duda de que la mayoría de la investidura se ha roto o no tiene la solidez necesaria para afrontar los retos que tiene Catalunya". El líder socialista ha pedido que la reunión se celebre esta misma mañana, justo después del control al president.
Illa ha asegurado que el ofrecimiento es "sincero" y que "es lo más conveniente para Catalunya" porque, según ha dicho, estamos en "una situación excepcional", en referencia al aumento de casos de covid que se está produciendo y a la recuperación postpandemia.
Preguntado sobre si esta petición significa que el PSC descarte presentar una enmienda a la totalidad, Illa lo ha rehusado y ha aclarado que "dependerá de muchos factores pero sobre todo de la actitud del Govern". Estas palabras chocan un poco con lo que dijo ayer la portavoz de los socialistas, Alícia Romero, que aseguró que presentarían la enmienda o no "en función de nuestros criterios, independientemente de lo que haga el Govern y el resto de formaciones".
Los cinco ejes del PSC
Illa ha adelantado que el proyecto de presupuestos que quiere negociar con Aragonès se basa en cinco ejes: el reforzamiento de la sanidad, el énfasis en la reconstrucción económica mediante la política industrial y la transformación ecológica, el aprovechamiento de los fondos europeos, garantizar que nadie queda atrás y garantizar que hay recursos suficientes para el despliegue de políticas sociales y feministas.
Con este movimiento, los socialistas quieren mostrar que están más próximos ellos al Govern que la CUP o, al menos, que su formación es menos hostil. Además, aunque por ahora hayan descartado negociar con ellos, ERC y Junts son cada vez más conscientes de que tienen una alternativa a los anticapitalistas si se ven incapaces de asumir las peticiones de estos, como la supresión del proyecto del Hard Rock o la reforma del modelo policial.
También los comuns hace días que se ofrecen al Govern para negociar y aprobar los presupuestos. Sin embargo, y a diferencia de los socialistas, ellos sí que han anunciado una enmienda a la totalidad, aunque esta será descartada si el Ejecutivo los llama.