Ya hace muchos meses que Salvador Illa lidera el PSC, y también hace muchas semanas que se sabe que asumirá la primera secretaría del partido, la cual había ocupado el ahora ministro Miquel Iceta desde el 2014 con el objetivo de hacer sobrevivir el partido al procés. Ahora, sin embargo, la situación es muy diferente. Illa lidera el primer partido de Catalunya, como se ha dedicado a recordar casi cada día desde que ganó las elecciones, y se ha puesto entre ceja y ceja la meta de gobernar Catalunya. De hecho, este es el espíritu que se quiere inculcar a todos los ámbitos de la formación, que celebrará este fin de semana su congreso extraordinario bajo el lema 'Gobernar Catalunya. Vamos!.

Illa, que ya fue nombrado primer secretario electo hace un mes y medio al ser la suya la única candidatura presentada, ya ha empezado a dibujar como será su ejecutiva. Lo primero que decidió fue proponer a Iceta como presidente del partido, trasladando a la actual presidenta, Núria Marín, a la vicepresidencia. Eso podría suponer, además de dar cierta imagen de continuidad al cambio de liderazgo, un primer paso para rebajar la figura de Marín, que se encuentra imputada en un caso de corrupción en el ayuntamiento de l'Hospitalet de Llobregat.

El equipo de Illa

También ha confirmado varios cargos en la comisión ejecutiva como son la continuidad de Francesc Trillas como secretario de Economía de la formación; la exsenadora Elia Tortolero, de portavoz; el secretario General de Industria y Pyme del gobierno de Pedro Sánchez, Raúl Blanco, como secretario de Industria, Energía y Transición Digital; el secretario primero de la Mesa del Parlament, Ferran Pedret, como secretario de Millora del Autogobierno -área de nueva creación; y la alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet, Núria Parlon, como secretaría de Políticas de Seguridad.

El secretario primero de la Mesa, Ferran Pedret / Foto: Sergi Alcàzar

Aunque se quiere dar la imagen que el relevo de Iceta a Illa es continuista, como explicaba la portavoz del partido en el Parlament, Alícia Romero, en una entrevista en ElNacional.cat, una de las piezas más importantes de la formación en la Cámara catalana cambió Catalunya por Madrid hace unos meses. Se trata de Eva Granados, la número dos del partido durante todo el procés. Granados, que ocupaba la vicepresidencia segunda del Parlament siguió los pasos de Iceta y fue a Madrid a hacer de portavoz del PSOE en el Senado. Romero explicaba en la entrevista que cada uno tiene su manera de hacer las cosas y de liderar pero descartaba que hubiera un sector de Iceta y otro de Illa en la formación.

El nuevo rumbo del PSC

Desde que Illa asumió el control del grupo parlamentario en esta nueva legislatura, ha querido mostrar cierta proximidad con el Govern en los temas que menos tienen que ver con el procés como son la pandemia de la covid-19 y la recuperación económica. Eso le ha costado duras críticas por parte de la derecha española, que lo acusan de hacer más de muleta del Ejecutivo que de oposición. De hecho, los socialistas llegaron a mostrarse muy predispuestos a aprobar los presupuestos sin casi 'nada a cambio'. Y se enfadaron mucho cuando el Govern los ignoró encontrándose sólo una vez con ellos.

Es por este motivo que los socialistas también se han visto obligados a hacer sus equilibrios y mostrar su rechazo en otros aspectos como los acuerdos ERC-CUP en materia policial y en la insistencia del Govern por la amnistía y el referéndum.

Illa ve con recelo los acercamientos del Govern a la CUP en orden público / Foto: Sergi Alcàzar

En las últimas semanas, los socialistas también se han desmarcado del consenso por la inmersión lingüística del cual habían formado parte toda la vida. A pesar de no rechazar frontalmente el modelo de escuela catalana, como sí que hacen Vox, Ciutadans y el PP, sí que lo cuestionan y quieren adaptarlo a cada "realidad sociolingüística", argumentando que no es el mismo el nivel de catalán y castellano que puedan tener los alumnos de una escuela de Santa Coloma de Gramenet que los de una de la Catalunya interior.

En cambio, en otros aspectos se han querido mostrar más equidistantes. Hablamos de la mesa de diálogo. Y es que conscientes de que esta medida es, según dicen, una apuesta casi personal del presidente español, Pedro Sánchez, no han querido atizar más el fuego en las discrepancias entre ERC y Junts a la hora de formar la delegación catalana. Ahora bien, los socialistas han sido muy duros con el hecho que el president de la Generalitat, Pere Aragonès, los haya ignorado con su petición de montar una mesa de diálogo entre partidos catalanes.

La mesa de diálogo con los presidentes Sánchez y Aragonès al frente / Foto: Jordi Bedmar

 

Imagen principal: el primer secretario electo del PSC, Salvador Illa, y el ministro Miquel Iceta, en un acto de campaña del 14-F / Foto: Europa Press