Catalunya ha mostrado los últimos años, según el president de la Generalitat, Salvador Illa, una presencia "pasiva o limitada" en la política europea, pero ahora "se quiere volver a implicar al máximo". Así lo ha asegurado el jefe del ejecutivo catalán en la intervención de un minuto que ha protagonizado en el pleno de conmemoración del 30 aniversario del Comité de Regiones, que se celebra este miércoles en Bruselas.
Illa quiere dejar claro con este primer viaje al corazón de la Unión Europea la voluntad de reafirmar la presencia de Catalunya en las instituciones europeas y en los diferentes lobbies y asociaciones en que las regiones buscan un papel protagonista como la Asamblea de Regiones de Europa o los Cuatro Motores. Si el pasado 18 de septiembre, en la conmemoración de la Diada en Madrid, el president proclamó rodeado de ministros que "Catalunya ha vuelto", hoy ha verbalizado un mensaje muy similar en Bruselas.
Cuenten con Catalunya
"Después de unos años de presencia digamos que pasiva o limitada, Cataluya se quiere volver a implicar al máximo y a fondo, y hacer aportaciones positivas para sacar adelante la construcción europea desde el Comité de las Regiones", ha anunciado el president, que en su intervención en catalán tampoco ha desaprovechado la ocasión para reiterar su apuesta por la unidad: "Esta asamblea es la viva expresión de la diversidad y la pluralidad en Europa. Solo si nos fijamos en aquello que nos une podremos dar respuesta a los problemas que preocupan a los ciudadanos en materia de vivienda, cambio climático, educación, sanidad, seguridad o infraestructuras, cuenten con nosotros, cuenten con Catalunya".
Durante su intervención en el plenario del Comité de Regiones que se celebra en el hemiciclo del Parlamento Europeo, Illa ha tenido un "recuerdo especial" para el expresident Pasqual Maragall, que presidió este comité entre los años 1996 y 1998, cuando era alcalde de Barcelona. Por la mañana, otro de sus predecesores se ha convertido también en protagonista de la visita después de que el presidente en el exilio, Carles Puigdemont, ha recibido a Illa con un tuit en su cuenta d'X en que le ha reprochado que no haya aprovechado la visita a Bruselas para mantener un encuentro con él, después de que sí se ha reunido con el resto de expresidentes.
Illa ha acudido a la Eurocámara acompañado del que desde el 2017 fue el director de Comunicación del Parlamento Europeo y ahora es su conseller de Exteriores, Jaume Duch. Eso no ha impedido que la delegación catalana se perdiera por los pasillos de la laberíntica Eurocámara, intentando localizar, en una sucesión de subir y bajar ascensores, la sala donde se había convocado a la prensa. La estancia en el Parlamento Europeo se ha abierto con una reunión con su presidenta, Roberta Metsola, con quien Illa ha abordado la situación del catalán en la Cámara. Por la tarde, Illa ha celebrado reuniones bilaterales con la presidenta de la Comunidad Foral de Navarra, María Chivite, y con el lehendakari vasco, Imanol Pradales.
Ayudar a quien lo pide
El plenario del Comité de Regiones ha comenzado a primera hora de la tarde con un minuto de silencio por las víctimas de la DANA y con una ronda de intervenciones de tres minutos de los presidentes de las regiones afectadas, València, Castilla-La Mancha, Andalucía y Catalunya. Illa, que ha intervenido en catalán, se ha encargado de cerrar este turno. Ha reiterado el compromiso de su gobierno con València "hasta el final" y ha llamado a mantener el esfuerzo por ayudar a este territorio. No obstante, en plena tensión entre la Moncloa y el ejecutivo de Carlos Mazón sobre la respuesta ante la tragedia, Illa ha dedicado también un dardo al presidente valenciano. "Ayudar es hacer lo que te piden, no lo que tú quieres, sino lo que te piden los que están dirigiendo el proceso de respuesta a esta tragedia," ha puntualizado.
Illa ha advertido que la DANA demuestra que afrontar el cambio climático no es una elección, sino un deber - "cada día vemos las trágicas consecuencias de los discursos negacionistas" ; ha reclamado servicios públicos potentes, para dar respuesta eficiente, justa y democrática; ha subrayado la importancia de las instituciones -"sin instituciones democráticas no hay respuestas coordinada en estos casos de emergencia"; y, en último lugar, ha advertido que hay que reforzar los mecanismos de cooperación entre administraciones, local, autonómica, estatal y europea.
La ayuda no se regatea
El primero en intervenir ha sido el presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, que ha apelado a la solidaridad que define de forma constitutiva el proyecto europeo, la solidaridad entre pueblos hermanos, regiones e instituciones que entienden que "la ayuda y cooperación no se regatea" ante quien lo necesita. "La solidaridad no es una opción que pueda escogerse o no. Forma parte de Europa", ha advertido Mazón, que ha reclamado una acción institucional unitaria y ha reclamado todas las acciones que se puedan desarrollar y todos los recursos que se puedan movilizar para familias rotas y pueblos destruidos que tienen que tener la certeza y la garantía de que "Europa no les dejará a su suerte".
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, ha querido advertir que cualquiera se puede ver impactado por una catástrofe como la DANA y que esto tiene que llevar a una reflexión colectiva de lo que puede pasar en Europa en su conjunto. Page ha reclamado que en la reflexión en Europa sobre la flexibilización de los fondos incluya la implementación de mecanismos de rapidez ante las emergencias, que no se limite solo a poner en marcha el fondo de contingencia.
El tercero en intervenir ha sido el andaluz Juan Manuel Moreno Bonilla, que ha saludado de manera especial, Mazón y Garcia-Page y ha obviado a Illa. Bonilla ha intervenido también por videoconferencia, desde Bakú, donde se celebra la COP29, para pedir reforzar los mecanismos para responder a las emergencias, pero también de solidaridad ante fenómenos climáticos extremos. El presidente andaluz ha reclamado mantener y reforzar la capacidad de actuación de las regiones, competencias y dotación financiera, para darle más capacidad de respuesta, ante los riesgos que se desprenden del cambio climático.