Acción-reacción. El gobierno de Isabel Díaz Ayuso ha planteado este martes un toque de queda generalizado, no sólo para la Comunidad de Madrid, sino para toda España. Horas más tarde, después del Consejo de Ministros, el ministro Salvador Illa ha cogido el testimonio. El titular de Sanidad lo ha confirmado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros: lo estudiarán para Madrid y las comunidades que lo pidan, aunque ha evitado hablar de un toque de queda generalizado. Puede "adoptarse en todo el territorio o solo en una parte". Así, se hablará de ello en la reunión de la Interterritorial con el resto de autonomías este jueves. Eso sí, ha avisado de que requeriría de la aplicación del estado de alarma para tener cobertura legal, un estado de alarma que el Estado no preveía prorrogar en la capital española. "La segunda ola ya no es una amenaza; es una realidad en toda Europa", ha advertido el dirigente catalán.
Sorprendentemente, ahora la Comunidad de Madrid no ve mal las medidas de restricción de la movilidad. Como ya ha hecho Emmanuel Macron en Francia, el gobierno de Isabel Díaz Ayuso está estudiando pedir la aplicación de un toque de queda una vez finalice el estado de alarma, este próximo sábado. El consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, ha adelantado esta mañana en un desayuno de Europa Press que no lo vería con malos ojos. Eso sí, como todos los movimientos en la Puerta del Sol, tiene letra pequeña y efectos sobre el resto del Estado: esta decisión la tomaría el Gobierno y se aplicaría a "toda España". Ha justificado que la decisión la tendría que tomar el ejecutivo central para todo el territorio, ya que la Comunidad de Madrid no tiene "cobertura legal".
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este martes, Salvador Illa no ha cerrado la puerta a esta posibilidad, recordando que ya se está aplicando el toque de queda en algunos países europeos, como las grandes metrópolis de Francia. No obstante, ha subrayado que, para tener cobertura legal, comportaría la aplicación del estado de alarma. "Si vamos por aquí, quiero saber qué grupos están dispuestos a dar apoyo", ha avisado dirigiéndose especialmente al PP, después de los golpes de volante de los conservadores en las restricciones. En todo caso, ha descartado recuperar el mando único. "Habrá que discutir el ámbito de aplicación territorial" en caso de que salga adelante. Ha reiterado que la decisión "no está ni mucho menos tomada".
"Estamos fente a semanas que van a ser muy duras", ha avisado el ministro de Sanidad al inicio de la rueda de prensa. Las cifras de la segunda ola, ha dicho, son "una constatación en todos los países europeos, también en España, de que el virus está presente". Si bien hay diferencias entre territorios, pero ha subrayado que "la situación es preocupante" y que "el virus no viaja solo". En este sentido ha reclamado una vez más "no bajar la guardia" y establecer, si hace falta, "limitaciones legales" a la movilidad de las personas, principal vector de propagación.
El responsable de Sanidad ha señalado que están trabajando "de manera muy intensa" con todas las comunidades autónomas, y que todas están adoptando medidas "muy importantes" para intentar frenar la curva de la segunda ola". En el caso de Madrid, ha indicado que la comunidad ya llevará 21 días "con medidas muy estrictas" y que han dado sus frutos. No obstante, ha dicho que una incidencia acumulada de 400 sigue siendo muy elevada.
31,5 millones de vacunas
Según ha explicado el mismo Salvador Illa, el Estado recibirá entre diciembre y junio hasta 31,5 millones de dosis de vacuna de AstraZeneca, que aún está pendiente de superar los últimos pasos. El Consejo de Ministros ha autorizado la adquisición hoy. Tiene un coste de 2,90 euros por dosis, de los cuales 1,12 euros los abonará la Unión Europea y 1,78 los estados miembro. Sanidad podría gastar, pues, entre 56 y 76 millones de euros, porque el contrato plantea la posibilidad de un incremento del precio del 20%. La vacuna requiere una doble dosis, y por lo tanto llegarían a poco menos de 16 millones de españoles.